“El escenario en el que nos encontramos es uno muy similar al que llevó al Alto Valle a perder 20.000 hectáreas de producción en los últimos 15 años”, alerta Marcelo Loyarte, director ejecutivo de la Cámara Argentina de Fruticultores Integrados (CAFI), que agrupa a las empresas más competitivas de esa economía regional.
El análisis no es uno arbitrario sino que surge de un trabajo elaborado por esa Cámara, que representa a productores, empacadores y exportadores de frutas de pepita y carozo de Río Negro y Neuquén, sobre el resultado de las últimas dos campañas de ese sector. Y la conclusión es punzante: si el sector sigue por este camino, la producción continuará achicándose, al tiempo que muchos chacareros –que solían ser 7.000 y hoy rondan los 4.000- desaparecerán.
¿Cuál es ese camino que se recorre ahora? El de la falta de competitividad y rentabilidad, que pone a muchos productores en jaque frente a costos que no pueden absorber. Si bien la producción de la última campaña volvió a mostrar un crecimiento, alcanzándose las 550.000 toneladas de pera y las 450.000 de manzana, los mercados no están fáciles.
“Nuestros principales destinos son Rusia, Brasil, Europa y Estados Unidos. En el caso de Rusia, con la invasión a Ucrania prácticamente no pudimos exportar hasta marzo del 2022. Se recuperó parte de la exportación que se hacía habitualmente pero el año cerró igualmente a la baja. En el caso de Europa, el resultado para los importadores el año pasado fue muy malo con lo cual este año son mucho más cautos para demandar volúmenes, lo que empuja los precios hacia abajo. Por su parte Brasil tiene mucha oferta de manzana y pera, un mercado para nosotros muy importante”, explicó Loyarte a Bichos de Campo.
En lo que respecta al mercado interno, el nivel de heterogeneidad es muy importante. Mientras hay segmentos que demandan mayor calidad y están dispuestos a pagar precios más altos, los problemas en el poder adquisitivo resienten en general el consumo.
“El tema central es la falta de competitividad. El hecho de que hayamos tenido un crecimiento de los costos muy altos en dólares realmente nos complica mucho. Hemos tenido un crecimiento (de esos costos) que duplican la devaluación. Para una actividad como está, muy perfilada hacia la exportación, el impacto es muy negativo”, afirmó el director ejecutivo.
-¿Qué costos son los que aumentaron?– le preguntamos.
-Todo lo que tiene que ver con insumos. Por ejemplo, en el caso de la mano de obra, los ajustes salariales fueron superiores al 100%. Si tomamos las dos últimas temporadas, del 2021 hasta acá, la mano de obra aumento prácticamente el 200%. A su vez, estamos teniendo casi un 250% de aumento en la mayoría de los insumos de empaque y otro tanto en repuestos de maquinaria importados.
-¿Ese es el motivo por el cual se habla de “dólar fruta?
-Lo hemos solicitado porque estamos en un escenario de pérdida de producción. El Valle tenía 52.000 hectáreas en producción y hoy está en las 32.000. Gran parte de la causa por la que salieron de producción fue por los años de falta de competitividad en la exportación.
-¿Se reunieron con las autoridades?
-Sí, con el Secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca, y nos dijeron que lo están estudiando. No tenemos más precisiones que esas. No sabemos cuándo sería ni por qué ventana de tiempo, pero hemos manifestado con mucho énfasis que es una medida absolutamente necesaria.
-¿El clima resultó un agravante?
-La sequía acá no tuvo el impacto que tuvo en otras zonas, porque tenemos un sistema de riego abastecido por el Río Neuquén. No hemos tenido mayores dificultades. Sabemos sí que el impacto del clima es algo que tenemos que gestionar de aquí para adelante. Por eso entre las medidas que solicitamos a las autoridades es que exista financiamiento para inversiones en malla antigranizo, porque sabemos que en los próximos años es altamente probable que ese tipo de tormentas se profundicen.