La industria aceitera argentina va camino a cerrar la campaña comercial de soja 2021/22 con un adecuado nivel de reservas de soja gracias a las compras masivas realizadas durante las dos ediciones del régimen del “dólar soja”.
Datos oficiales muestran que en el pasado 1 de marzo había 3,83 millones de toneladas de soja en acopios, plantas industriales y terminales de granos, una cifra equivalente a la presente en el mismo mes de 2020.
Si bien la situación de stocks en poder de la demanda –fundamentalmente aceitera– no es tan holgada como la presente dos años atrás, tampoco es crítica.
Los datos de existencias –que no incluyen el grano en poder de productores– surgen del Libro de Movimientos y Existencias de granos de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) y son sistematizados por la Subsecretaría de Mercados Agropecuarios de la Nación.
El problema reside en la campaña 2022/23, que comienza en abril próximo con la cosecha de soja de primera, dado que un desastre climático liquidó buena parte de la oferta prevista de la oleaginosa.
Al pasado 8 de marzo, según el último datos oficial informado este martes, la industria aceitera había comprado 4,12 millones de toneladas de soja 2022/23, de las cuales la mayor parte (3,93 millones) no tiene precio hecho (porque los productores están esperando muy probablemente la tercera edición del “dólar soja”).
En la misma fecha del año pasado las fábricas aceiteras ya habían originado 8,61 millones de toneladas, mientras que dos años atrás esa cifra era de 8,52 millones de toneladas.
Si bien parte de la originación a partir del presente mes de marzo puede provenir de Brasil y Paraguay, los aportes de ambas naciones no alcanzarían a cubrir el “bache” de oferta generado por el desastre climático argentino.
Aún quedarían en manos de los productores argentinos al menos 5,0 millones de toneladas de soja 2021/22, los cuales están en gran medida guardados a la espera de algún estímulo cambiario por parte del gobierno nacional.
Haciendo cuentas: La “soja billete” perdió más de un 20% desde la última edición del “dólar soja”