¿Cuánto falta para que los grupos sirios tomen el control de las exportaciones argentina de yerba mate? Para poner en contexto esa pregunta vale decir que Siria está comprando casi 75% de la yerba que envía la Argentina al extranjero. Y que dos grupos de ese origen ya exportan el 30% del total de la tradicional bebida. Entonces, volviendo al principio: ¿Es un escenario posible?
En Siria el mate es casi tan popular como en la Argentina. Pero allí no crece el árbol que da origen a la más popular de las infusiones rioplatenses. El ilex paraguariensis solo se adapta a una región selvática comprendida entre Brasil, Paraguay y la Argentina. En el país solo se pueden hallar yerbales en Misiones y una fracción de Corrientes. Por eso desde hace años los sirios, que tomaron esta sana costumbre de compartir el mate (aunque con bombillas separadas), importan la yerba que toman desde esta región.
La comercialización de yerba argentina hacia Medio Oriente no es una novedad. Países como Líbano, Turquía, Egipto, Jordania, Israel y Arabia Saudita son algunos otros consumidores de esta materia prima. Sin embargo es Siria quien lidera por lejos la lista. El mate es tan popular allí que de las 41 mil toneladas exportadas por Argentina en 2022, unas 30 mil tuvieron como destino esa nación, según los datos estadísticos del INYM (Instituto Nacional de la Yerba Mate). Esto representa el 74,2% de las exportaciones, por un valor de 91 millones de dólares.
Aunque los sirios no tienen exclusividad con la Argentina en la compra de la hoja verde, ya que en los últimos años también Paraguay se volvió su proveedor, desde hace más de una década grupos económicos de ese país están invirtiendo en el norte de Misiones para contar con grandes cantidades de yerba mate disponible para la exportación.
La primera de esas grandes inversiones se hizo en 2008 en la localidad de Comandante Andresito, ubicada a 68 kilómetros de Iguazú. Unos años más tarde, como desprendimiento de la primera, se instaló un segundo grupo sirio en la misma zona fronteriza. Allí están los secaderos y molinos, porque los dos grupos, llamados Kabour y Kassab, luego han montado coquetas oficinas en Puerto Madero. Es que su negocio principal es convertirse en proveedores casi exclusivos de yerba mate para Siria, entre otros mercados.
El 25 de junio de 2007 es la fecha exacta del desembarco del primero de estas empresas. Grupo Kabour SRL se fundó entonces con un capital social de apenas 10 mil pesos que pusieron los comerciantes Adib, Emad, Husni, Obadeja y Hosam Kabour. Solo el primero de ellos estaba nacionalizado argentino y los demás tenían pasaporte sirio.
La cara visible del Grupo Kabour en la Argentina es actualmente Obaida Kabour, que distribuye sus días entre Posadas, Buenos Aires y Damasco. Cultor de un muy bajo perfil, Obaida cobró algo de notoriedad cuando en 2018 se realizó una reunión entre el ex presidente Mauricio Macri y un grupo de empresarios del rubro yerbatero. En ese momento, contó al medio misionero Economis que “nosotros tenemos la empresa en Siria que procesa y envasa la yerba mate, té, café y otros productos”. Por eso coqueteó también con la posibilidad de comenzar también a exportar té misionero hacia aquellas latitudes.
Lo cierto es que Grupo Kabour ya forma parte del lote de los cuatro principales exportadores de yerba mate argentina, que acaparan a su vez el 80% del total del negocio. En 2021, según un documento emitido por Expo Data, el primer lugar lo ocupaba la empresa posadeña La Cachuera, el segundo puesto era para Productores de Yerba Mate Santo Pipó (Piporé), en tercer lugar estaba el grupo sirio, y recién en la cuarta posición aparecía la tradicional empresa correntina Establecimiento Las Marías, que durante mucho tiempo había liderado las exportaciones con su tradicional marca Taragüí.
En mayo de 2021, Obaida volvió a aparecer en los medios pero de Paraguay, ya que el Grupo Kabour parecía interesado en extender sus negocios al vecino país. No se pudo confirmar que esa inversión se haya realizado finalmente, pero lo cierto es que a partir de ese año se comenzaron a hacer exportaciones de yerba mate paraguaya a Siria, y por eso aquí retrocedió el volumen total exportado desde unas 45 mil toneladas anuales en 2020 a solo 35 mil toneladas en 2021.
En junio de 2022, cuando el atraso cambiario comenzaba a hacer estragos en la economía yerbatera (y de todas las economías regionales), los grupos sirios fueron acusados por algunos productores de Misiones por dejar de comprar la hoja verde en su zona de influencia para apuntar todos sus cañones a la importación de yerba desde Paraguay, pues eso les resultaría más competitivo. Lo concreto es que las denuncias no pasaron a mayores y las exportaciones de la Argentina volvieron a crecer, hasta ubicarse en unas 41 mil toneladas.
Omar Kassab, otro sirio metido en el negocio de la exportación de yerba misionera, ya venía advirtiendo que corría riesgo el principal mercado de exportación para la yerba mate argentina, pues se notaba un serio problema de una baja competitividad.
La historia de Kassab fue relatada por él mismo a la BBC en una reveladora nota sobre la introducción del mate a Siria publicada en 2020. En ese momento, el empresario tenía 53 años y ya manejaba su propia empresa exportadora, luego de escindirse del Grupo Kabour, del cual fue un alto ejecutivo hasta entrado 2017. Omar, nacido en Yabroud, una ciudad ubicada a unos 80 kilómetros al norte de Damasco, relató: “Yo desde pequeño tomo mate. Tenía 4 ó 5 años y me acuerdo que mi tío viajaba de acá para allá (en la década del 70) y nos llevaba yerba. Toda la familia toma mate”.
Como sea, en los registros públicos argentinos queda marcada la creación del Grupo Kassab SRL el 14 de julio de 2014 y Omar formaba parte de los socios junto con Adnan Kassab, posiblemente el tío que mencionaba. Luego, en 2017, éste último cedería sus acciones a otros dos paisanos, Sarmad Saad y Habi Alhamwi, y la empresa pasaría a llamarse Yerbatera Hoja Verde SRL. Su planta en Comandante Andresito fue levantada más o menos en ese mismo momento.
Según datos oficiales a los que accedió Bichos de Campo, la Argentina vendió su yerba a 45 mercados el año pasado. Sumó un total de 41.287 toneladas valuadas en 91,2 millones de dólares, es decir que el precio promedio fue de 2.200 dólares por tonelada. Siria explicó el 74,17% del total de las ventas en volumen, con 36.621 toneladas. El negocio solo con ese país aportó casi 62 millones de dólares. Como en el caso de la carne vacuna con China, la dependencia de las yerbateras con ese mercado es absoluta.
Más datos oficiales muestran que la posición de las dos empresas sirias en el negocio va en aumento, especialmente de la mano del Grupo Kabour, que destinó sus cargas exclusivamente a Siria. Si en 2021 sus embarques habían llegado a 6.500 toneladas, en 2022 casi duplicaron ese volumen, con 11.611 toneladas.
Si se suman además otras 280 toneladas enviadas al extranjero por el Grupo Kassab, la participación de los sirios ha trepado al 29% del total exportado el año pasado. Kassab, que participa también del mercado interno argentino con la marcas de yerba “Don Omar” y “Secadero”, exportó mucho menos volumen pero más disperso: además de Siria colocó la hoja en Líbano, Turquía, Holanda, Arabia Saudita e Israel.
La que rodea a Comandante Andresito, ubicada entre el Parque Nacional Iguazú y la frontera con Brasil, es una región yerbatera relativamente nueva en la provincia de Misiones, ya que se trata de uno de las últimas poblaciones creadas en la Argentina, en 1978, cuando la dictadura militar proyectaba un escenario bélico con Chile y también temía por la frontera con Brasil. Allí las dos compañías de capitales sirios compran la cosecha de los pequeños productores locales para luego procesar, secar, moler y envasar el producto destinado a la exportación, que usualmente se envía a Medio Oriente por barco, en bolsas de unos 50 kilos.
Desde 2018 estas empresas avanzan con la tecnificación de sus plantas para sumar la producción de té y expandir a la vez la venta de esta “yerba prometida” a sus vecinos de Medio Oriente, a nuevos mercados del norte de África y por qué no a países de la Unión Europea, desplazando a los tradicionales exportadores de capitales argentinos. Asentadas en Damasco, capital del principal cliente de la yerba nacional, y una enorme capacidad para hacer negocios, la pregunta es si llegarán algún día a dominar por completo el mercado de la exportación y si esa posibilidad generará nuevas posibilidades y crecimiento para Misiones. O no.