El sector agroindustrial brasileño comenzó el año 2023 con una muy buena actuación en dos negocios liderados por dos de sus mayores competidores a nivel global: EE.UU. y Argentina.
En diciembre pasado Brasil comenzó a exportar maíz a China y logró colocar ese mes nada menos que 1,16 millones de toneladas en la nación asiática, una cifra equivalente al 18% del total embarcado en el último mes de 2022.
La Asociación de Exportadores de Cereales de Brasil (Anec) acaba de publicar la proyección de exportación de maíz de enero de 2023 y alcanza una suma de 5,17 millones de toneladas, más del doble de lo colocado en el mismo mes del año pasado.
Semejante crecimiento se explica fundamentalmente por la fortaleza de la demanda china que está apurada por originar cereal en Brasil por un motivo geopolítico (reducir progresivamente la dependencia agroindustrial de EE.UU.) y otro comercial (el bache de oferta global que dejará en el primer semestre del año el fracaso de la campaña argentina de maíz temprano).
El último informe mensual de mercado publicado por el Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA) estima que EE.UU. en 2022/23 exportaría 48,9 millones de toneladas de maíz frente a 47,0 millones que embarcaría Brasil en el período, aunque es factible que ambas naciones puedan terminar con un empate técnico al respecto al finalizar la campaña.
Anec también proyectó que en el presente mes de enero los embarques de harina de soja brasileños sumarán 1,58 millones de toneladas, una cifra similar a la registrada un año atrás.
La cuestión es que las exportaciones proyectadas de poroto de soja por parte de Brasil en enero son de 1,99 millones de toneladas, una cifra 12% menor a la registrada en enero de 2021, lo que muestra que la industria aceitera brasileña está priorizando la industrialización de la oleaginosa.
El dato es que se trata de un volumen equivalente al que –hasta el momento– exportará Argentina, dado que los exportadores llevan registradas Declaraciones Juradas de Ventas Externas (DJVE) de harina de soja para enero por 1,56 millones de toneladas.
Las DJVE de harina de soja registradas para febrero próximo son de 695.330 toneladas, mientras que para marzo suman apenas 50.000. La posibilidad de que la industria se abastezca de porotos de soja para poder potenciar las exportaciones de harina depende –en la actual coyuntura climática argentina– depende de la implementación de una tercera edición del régimen cambiario especial denominado “dólar soja” y/o de la importación de soja proveniente de países limítrofes.
Um pouco das imagens dos nossos técnicos durantes as avaliações no Paraná!
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— Rally da Safra (@rallydasafra) January 20, 2023