Luego de que Bichos de Campo contara esta semana que se realizó una reunión en el Ministerio de Economía para evaluar la continuidad del Fondo Estabilizador del Trigo Argentino (FETA), un pedido de acceso a la información presentado por el diario La Nación permitió saber que ese sospechoso fideicomiso había repartido hasta noviembre pasado un total de 14.796 millones de pesos por compensaciones entre solo 23 molinos (sobre un universo de 150 empresas). Y que el 71,5% de esa suma correspondió al mismo grupo económico: Molinos Cañuelas.
En efecto, según los fatos informados por el BICE, que administra ese fideicomiso armado con la excusa de que había que compensar la harina para evitar subas del pan en el mercado interno, y que La Nación publicó en esta nota, Molino Cañuelas cobró ya 8.352 millones de pesos, mientras que su controlada Molino Florencia se hizo con 2.211 millones de pesos. Esto da un total de 10.563 millones, equivalentes al 71,4% del total distribuido.
La novedad, que actualiza las cifras que había publicado este medio hace unos meses, no hace más que confirmar que el FETA, creado por el ex secretario de Comercio, Roberto Feletti, en marzo pasado, y avalado luego por la sucesión de funcionarios que lo continuaron, es un traje hecho a medida de este grupo económico. Cañuelas, que arrastra un concurso de acreedores por 1.300 millones de dólares, se sumó de inmediato y hasta cobró millonarios anticipos cuando todo el resto del universo molinero rechazaba el fideicomiso. La letra chica de la norma lo favorecía de entrada, incluyendo subsidios incluso para las harinas especiales o premezclas elaboradas por esa empresa.
Este es el reparto por empresa:
Otro dato que surge de la respuesta de BICE al pedido de La Nación es que, a pesar de que Massa habría ordenado continuar con desembolsos oficiales para sostener este mecanismo, el FETA todavía cuenta con una gran suma para “compensar” las ventas de harina al mercado interno.A noviembre pasado tenía un saldo de 19.557.536.510,03 pesos. Según voces del sector molinero, el dinero sería suficiente para seguir pagando subsidios a esta lista de molinos hasta febrero, inclusive.
El fideicomiso se conformó con la suba de dos puntos en las retenciones pagadas por los derivados de la soja (harina y aceite), que pasaron de tributar 31% a 33% durante ocho meses del año pasado. En total se esperaban recaudar por esa vía unos 400 millones de dólares. En total se habían recaudado hasta noviembre una suma total de 34.354 millones de pesos. Luego, el 1° de diciembre, se retrotrajo la suba de esos dos puntos en las retenciones y el FETA dejó de recaudar, al menos de forma automática.
De allí que esta semana, a instancias de Matías Tombolini, el nuevo secretario de Comercio que primero anunció que iba a desmantelar este fideicomiso porque no servía, pero luego cambió de planes y se enamoró sorpresivamente de esta herramienta de intervención, el ministor de Economía, Sergio Massa, recibió al titular de la Federación de la Industria Molinera, Diego Cifarelli. Este directivo jura y perjura que pidió cambios en el FETA, ya que como está funcionando perjudica con gravedad al resto de la industria que no ingresó. Pero en los hechos en la reunión Massa habría ordenado la continuidad del fideicomiso, desviando más recursos de la soja.
Con el FETA se compensa a los molinos por la bolsa de harina de 25 kilos que entregan a las panaderías. Pero el fideicomiso está integrado solo por 23 molinos, mientras que otros 125 empresas han decidido quedarse afuera porque no confían en que el Estado devuelva los recursos en tiempo y forma, y eso podría hundirlas. Esta diferencia establece que los que sí cobran tienen condiciones mucho más ventajosas para vender sus productos y ganar terreno en el comercio interno. Con 71% de los recursos absorbidos, es fácil saber que los molinos de Cañuelas han ganado varios puntos de participación en los despachos de trigo.