La región zona núcleo pampeana, donde se concentran los campos más productivos de la Argentina –y por ende donde se abonan los arrendamientos más caros– va camino a experimentar un “golpe” histórico por los bajos (y a veces nulos) rendimientos de soja y maíz que logrará en esta campaña 2022/23.
Los técnicos de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) realizaron una primera aproximación al resultado económico esperable del maíz temprano en la zona núcleo y los números son preocupantes.
Vale remarcar que, si bien tradicionalmente se hace el análisis económico del negocio “con y sin campo propio”, en todos los casos el cálculo debe hacerse considerando el costo de oportunidad de la tierra, ya sea que la empresa opere en campo propio o alquilado.
Las últimas dos campañas, en general, no fueron por demás destacadas en la región núcleo pampeana porque la fase “Niña” recortó buena parte del régimen de precipitaciones. Sin embargo, el desastre ocurrido en el presente ciclo supera con creces lo experimentado en 2020/21 y 2021/22.
La BCR indicó que 80.000 hectáreas de maíz temprano en la zona núcleo pampeana ya se cuentan con pérdida total (fueron picados, enrollados o directamente pasaron a ser un cultivo de servicio de lujo). En tanto, el 75% del cereal temprano sobreviviente está de regular a malo y tendrá rendimientos muy inferiores a los potenciales.
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— M Julia (@JuliPomba_) January 5, 2023
¿Podrá el maíz tardío amortiguar la caída de producción del temprano? “Parece muy complicado. La falta de agua mantiene retrasada la siembra del cereal y ya se esperan caídas de un 30% en los rindes solo por el atraso de siembra en las últimas tandas de siembras realizadas”, anticipa el informe de la BCR.
Aún resta por implantar en región núcleo poco más de 150.000 hectáreas de maíz tardío. El sudeste cordobés es el sector más retrasado con apenas un 70% de avance de acuerdo a lo programado.
Un gráfico de ProRindes para entender el “drama maicero” que viene en camino