La seca golpea duro a la zona central del país, pero en las provincias del norte también hay impactos graves sobre la producción ganadera, en cultivos regionales y en los extensivos como el maíz y la soja.
“Hubo lluvias muy leves, de 15 milímetros, que no alcanzan para nada”, explicó Marcelo Repetto, ex presidente de la Sociedad Rural de Chaco y productor en la localidad El Palmar, ubicada al sur de Resistencia.
En cuanto a la ganadería explicó que la situación es “compleja”, ya que “el estado corporal de los vientres se cayó y eso complica las pariciones de primavera y las preñeces, y estamos preocupados porque no se visualiza una pronta recuperación de las lluvias”.
“No llueve pasto”, indicó.
El ganadero chaqueño agregó que en este contexto no hay campos a donde llevar la hacienda y que entre la caída de ingresos a la cadena ganadera y la seca los precios de los vientres son los mismos que hace un año.
“Vendí un lote (de vacas) a 135 mil pesos, el mismo valor que en diciembre de 2021. Los terneros se venden a 360 pesos (por kilo vivo) y las terneras en 300 pesos. Son precios más bajos que los que hubo a mediados de año y con suerte empatan a los que había hace un año”, especificó.
En cuanto a la agricultura, Repetto indicó que en la provincia se siembran 1,5 millón de hectáreas de las cuales 700 mil están destinadas a la soja. El resto se reparte entre girasol, algodón y maíz.
“Del algodón, por ahora se sembró sólo el 43% del área, es poco. Se fue atrasando por la falta de agua, pero es un cultivo duro que esperamos resista”.
Con relación a la soja, el maíz y un cultivo insignia en la provincia como el girasol, el ex dirigente consideró que se descartan fuertes bajas en los rindes. “Sin dudas, el déficit hídrico generará fuertes pérdidas en el volumen de cosecha”, afirmó Repetto.
El productor, en este contexto, indicó que “hay que modificar la ley de emergencia agropecuaria, pues el tiempo demostró que no da respuesta ni ayuda al sector. Creo que se debería generar un fondo de sustentabilidad para diferentes producciones y trabajar en seguros multirriesgo para la agricultura”, opinó.
En cuanto a la ganadería, consideró que se requiere “trabajar en un encuadre impositivo que permita desgravar impuestos por el aumento en la producción de kilos cuando se salga de la seca y reducir la presión fiscal de otras tributos, como la Ganancia Mínima Presunta, que causa fuertes pérdidas financieras y que además este año no va a darse”.