Decir que las impresoras 3D revolucionaron el concepto de la impresión es, a esta altura, una obviedad. Sin embargo, lo que todavía no deja de parecer extraño es la idea de “imprimir alimentos”. Quizás solo sea cuestión de comenzar a ver estos productos en las góndolas de nuestros supermercados de barrio, algo que los consumidores europeos ya están experimentando de la mano de una startup israelí.
Se trata de Redefine Meat, una empresa que en 2021 comenzó a fabricar cortes enteros de carne alternativa a base de plantas, producidos a partir de impresoras 3D.
La mezcla base de esta “carne” está hecha a partir de proteína de soja y arvejas, además de garbanzos, remolacha, levaduras nutricionales y grasa de coco, que a través de las boquillas de la impresora forma la pieza en cuestión, imitando la apariencia de un bife tradicional.
Israel's Redefine Meat aims to boost 3D-printed meat sales in Europe. It has partnered with importer Giraudi Meats to drive European distribution of its 'New Meat' steak cuts https://t.co/4NFfHBvIg4 pic.twitter.com/xTK0GxNetz
— Reuters (@Reuters) October 14, 2022
La primera pieza diseñada por la empresa fue un filete de falda, también conocido como “bavette” en el exterior. Al igual que ya lo han hecho otras empresas como Beyond Meat e Impossible Foods con sus propios productos alternativos a base de plantas, esta firma busca llegar al mercado con otros cortes, además de carne molida para hamburguesas y salchichas.
Y gracias a un reciente convenio entre Redefine Meat y el importador cárnico Giraudi Meats, estos productos, que ya se encontraban en Alemania, Países Bajos y Gran Bretaña, llegarán a ahora a Francia, Italia, Grecia y Suecia.
“Nuestro producto es carne, tiene los mismos atributos, solo que se fabrica de una manera diferente”, dijo a Reuters el cofundador y presidente ejecutivo Eshchar Ben-Shitrit.
“El hecho de que nuestros productos ahora los venda Giraudi Meats, las mismas personas que venden carne de alta calidad, demuestra que no se trata de productos veganos de compromiso”, agregó el israelí.
Desde la empresa afirmaron que la producción, que se realiza en dos plantas ubicadas en Tel Aviv y Países Bajos, superará las 15 toneladas por día este año.
Los cortes fabricados en impresoras 3D, según confirmó el fundador de la empresa, ya llegan a mil restaurantes que actualmente pagan alrededor de 40 dólares por kilos de este producto. La pieza más demandada es el sustitutivo del solomillo.