Como ya es habitual en los últimos años, en octubre los productores avícolas argentinos celebrarán una nueva edición de la Semana Mundial del Huevo, una estrategia para revalorizar ese alimento y promover su consumo. En esta ocasión será entre el 10 y el 14 de octubre.
La Cámara de Productores Avícolas de la República Argentina (CAPIA), organizadora de este evento, destacó que en el país se registra un crecimiento sostenido en el consumo de huevos, que se ubica actualmente en los 300 huevos por año per cápita. Ese nivel de consumo “da la pauta del lugar que ocupa este alimento en el mapa alimentario nacional. Nuestro país es el quinto consumidor mundial de huevos, detrás de México, Japón, Colombia y China”, destacó la entidad.
No tiene que ver con la política local y la falta de soluciones a los problemas de la gente común sino todo lo contrario: el huevo es una proteína animal que acude en socorro de muchas familias de bajos ingresos. “Los argentinos han aprendido a jerarquizar su dieta, a tal punto que el consumo de huevos en el país se mantiene con una curva ascendete año tras año”, señaló Javier Prida, el presidente de CAPIA.
El parque productivo de gallinas ponedoras está compuesto por 48 millones de aves. En 2022, se estima que se producirán más de 14.500.000 de unidades. La Argentina cuenta con más de 1000 granjas avícolas en actividad. Los establecimientos se encuentran en 18 provincias, siendo la más importantes Buenos Aires con el 41%, Entre Ríos con el 25%, Córdoba con el 8%, Mendoza con el 6% y Salta con el 5%.
Para seguir promoviendo su consumo, los avícolas eligieron este año tres razones por las que ellos creen el consumo de huevos debe seguir siendo sólido: Su alto aporte nutricional, su bajo impacto y costo accesible en comparación con las demás proteínas animales y su característica de complemento ideal para el rendimiento deportivo. “Las investigaciones científicas indican que se trata de un alimento con propiedades esenciales para mejorar la calidad de vida de las personas”, indican.
En ese sentido, recordaron que a fines de la década del 60, por una recomendación de la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association), los médicos y nutricionistas recomendaban un consumo moderado de huevos en la dieta habitual. Medio siglo más tarde, las guías alimentarias que siguen los consejos de los investigadores más prestigiosos del mundo admiten que no tuvieron en cuenta la cantidad de nutrientes esenciales para la salud en general que aportan los huevos para una alimentación equilibrada y beneficiosa, impulsando entonces una dieta que incluye a esta milenaria proteína como protagonista indiscutida.
En la misma línea, CAPIA destacó que “el huevo es un alimento rico en nutrientes, por tal es considerado alimento protector de enfermedades por carencia, además los últimos estudios científicos revelan que los huevos son alimentos funcionales debido a la presencia de componentes bioactivos, que pueden desempeñar un papel en la prevención de enfermedades crónicas (diabetes, hipertensión, obesidad, cataratas). Según las investigaciones también pueden jugar un rol importante en el desarrollo cognitivo en los niños (desarrollo del conocimiento a través del aprendizaje y experiencia). Y aporta sustancias esenciales con propiedades antimicrobianas, antioxidantes, anti cancerígenas e hipotensoras”.
Respecto del impacto ambiental de la producción, la entidad indicó que “el huevo es uno de los alimentos con mejor relación costo/beneficio, bajo en calorías (un huevo aporta tan solo 75 calorías), accesible todo el año y muy fácil de preparar, integrando numerosos platos y preparaciones ricas y saludables que pueden incluirse en la alimentación de toda la familia y en las personas que desean cuidarse”.