La empresa de siembra MSU, comandada por el empresario Manuel Santos Uribelarrea y una de las principales de la Argentina, logró más que triplicar sus ganancias en apenas un año.
Según su balance anual cerrado en junio pasado facturó 22.500 millones de pesos y acumuló de esta manera una ganancia después de impuestos de 4.400 millones de pesos. Un año antes había facturado 11.700 millones y su ganancia final había sido de 1.300 millones.
Según explican desde la compañía, la clave para semejante salto fueron los altos precios internacionales de los commodities y la mejora en el tipo de cambio, “lo cual mantiene la buena rentabilidad del negocio”.
En la campaña 2021/22 la empresa sembró un total de 165.100 hectáreas y para la campaña que ya está en marcha, la 2022/23, prevé implantar unas 166.000 hectáreas. En general se mantiene: Un año antes, en 2020/21, había sembrado 158.000 hectáreas.
En lo que respecta a la producción total la empresa obtuvo 824.500 toneladas de los diferentes granos, versus 758.000 toneladas del año anterior, distribuidas entre soja, maíz, trigo, cebada, girasol y maní.
Un dato interesante que explica esta mejor productividad pasa porque MSU está abrazándose a la agricultura digital o de datos.
Según explican desde la empresa, esta práctica consiste en la aplicación variable de insumos, es decir, aplicar más semillas, fertilizantes o agroquímicos en las partes del lote en donde se espera una mayor productividad y menores cantidades en las partes donde, por alguna limitante genética del lote no puede aprovechar esos recursos. No solo se ahorran gastos “potencialmente contaminando el ambiente” sino que se incrementan los rendimientos.
En la campaña 2021/22 se llegaron a realizar 34.800 hectáreas bajo esta práctica. Este valor más que triplica lo realizado en la campaña 2020/21, en donde la superficie bajo siembra variable fue de 10.545 hectáreas.
“Gracias al análisis de heterogeneidad de todos los lotes de MSU durante las últimas 5 campañas realizadas, se pudo detectar los lotes y cultivos con mayor variabilidad, y enfocar aquí los esfuerzos de aplicación variable de insumos”, se explicó.
También en el rubro de la tecnología, el balance de MSU destaca que en la campaña pasada se continuó “con la digitalización del registro de lluvias, monitoreos y órdenes de trabajo, y ampliando las zonas con digitalización de los pesos de las monotolvas en el momento de su descarga a camión o bolsón durante el proceso de cosecha, registrando el punto de GPS y los kilos descargados, de manera de poder trazar mejor la ruta de los kilogramos cosechados”.
Otra de las novedades de la empresa es que esta semana emitió deuda en el mercado de capitales por poco más de 24 millones de dólares. MSU busca de esta manera contar con capital de trabajo de cara a la próxima campaña y continuar sumando tecnología en sus campos. Por ello colocó sus obligaciones negociables Serie X y logró sobreofertas por sobre el monto emitido y un total de 2038 órdenes de compra.
Estas obligaciones negociables pagarán una tasa de interés del 7,5% nominal anual a cancelarse en septiembre de 2024.