Matías Tombolini, el secretario de Comercio Interior de la gestión de Sergio Massa, parece estar jugando a ver qué número sale en la lotería, y por eso convocó para esta tarde a las cámaras de la industria molinera, que volvieron a expresar en las últimas horas su rechazo al Fondo Estabilizador del Trigo Argentino (FETA). Ya lo había hecho el fin de semana Apymimra, que agrupá a las pymes del sector, y en las últimas horas lo hizo la Cámara de la Industria Molinera (CIM).
Tombolini forma parte de un gobierno que dice trabajar para “todos y todas”, para las mayorías. Y sin embargo, ni bien llegó a Comercio Interior ratificó un millonarios fideicomiso para subsidiar el trigo que es rechazado por el 93% de los molinos potencialmente beneficiarios de la medida.
Lo que pasa es que en el 7% restante están los grandes jugadores del sector, que concentran más del 40% de la molienda. Son ellos los que se frotan la mano pensando en el dinero que recibirán. Especialmente la empresa Molinos Cañuelas, que sola maneja el 25% de la molienda, y debe cobrar todavía unos 4.700 millones de pesos, además de los 1.400 millones que ya le giró el ex secretario Roberto Feletti.
Molino Cañuelas, que está en convocatoria de acreedores con un pasivo multimillonario, forma parte de la tercera entidad gremial que existe en este sector agroindustrial, la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM), que primero puso reparos el mecanismo para “desacoplar” los precios del trigo, pero que con el correr de las reuniones -y de los secretarios- fue muy funcional a esta estrategia. Este lunes por la tarde sus directivos participarían de la nueva y sorpresiva reunión con Tombolini. Los del CIM y Apymimra, que están en el interior del país, no podrían llegar a la cita.
Ya resulta un grotesco del gobierno insistir en un mecanismo que parece hecho a la medida de una sola empresa, que ha generado competencia desleal en el sector (porque unos pocos molinos tienen el poder de compra y venta de la harina subsidiada), que es rechazado explícitamente por la mayoria de los actores y, sobre todo, que no ha cumplido con ninguno de los objetivos planteados, porque el precio del pan que debía permanecer en 250 pesos ya roza los 350 y hasta los 400 pesos.
“La CIM insiste en que el Fideicomiso FETA fracasó y solicita su inmediata eliminación”, dice un nuevo comunicado de esta entidad molinera, que recuerda que es un grosero error (o quizás no) “subsidiar la oferta en lugar
de dirigir el subsidio a los que realmente pueden necesitarlo”. Por cierto, el FETA se financia con una 400 millones de dólares que surgen de la suba de las retenciones a los derivados de la soja- Es difícil imaginarse toda la ayuda social que podría realizarse con esa suma de dinero.
Este es el comunicado completo:
La CIM contra el Fideicomiso FETA
“La realidad nos muestra una y otra vez que ese sistema fracasa, es ineficiente y dilapida valiosos recursos del Estado, el que pese a estar sediento de ingresos adicionales, gasta ingentes sumas que no llegan a los supuestos interesados y se pierden en los resquicios de un sistema perverso que el Estado tampoco llega a controlar, y dónde nadie gana realmente”, define la Cámara de la Industria Molinera.