Es probable que aquellos lectores con un par de años más que esta redactora, que sólo lo conoció por fotos, hayan tenido oportunidad de jugar al Meccano y construir todo tipo de estructuras gracias a sus varillas, tuercas y tornillos. Fue ese mismo juego el que tres décadas atrás inspiró a la familia Mato, oriunda de la localidad bonaerense de 9 de Julio, a fundar Mecano Ganadero, una empresa que comercializa tranqueras, casillas, mangas y todo tipo de estructuras en caño, para que cada productor levante instalaciones versátiles en su campo.
“A Alejandro Mato lo trataban de loco hace 30 años cuando quería vender una de estas estructuras y hoy en día la tendencia crece y se están comercializando un montón. La gente va entendiendo y poniendo en la balanza a la sustentabilidad. La madera es un recurso que se está agotando y esto viene a suplantar a esas estructuras antiguas que conocemos, y que se siguen vendiendo pero en menor cantidad y calidad”, dijo a Bichos de Campo Franco Marin, gerente comercial de Mecano Ganadero.
Pero la familia Mato no sólo apostó por el cuidado del medio ambiente sino también por el bienestar de los animales y de los operarios que trabajan en mangas y corrales. Es gracias a eso que este producto ha tenido una gran difusión no sólo a nivel local, sino también en países de la región como Uruguay, Paraguay y Brasil.
“Su nombre hace apunta a esto de armar, desarmar y llevar la instalación a otro campo. A ser versátil y ágil para tener en otro lugar las mismas funciones. La madera la instalás y queda en un lugar hasta que se degrada o se rompe”, señaló Marin.
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-¿Cuál fue el primer producto de Mecano?
-Se inició con las tranqueras, que valga la analogía fue la puerta de entrada para mecano con los productores. Las tranqueras de madera ya no se consiguen como se conseguían antes por su materia prima, y entonces el productor empieza a indagar y se lleva nuestra tranquera. Al ver los resultados, la practicidad, lo liviana, la durabilidad del material, pasa de la tranquera al panel, a una manga o al cepo. Después vienen las casillas o la instalación completa, que ya son muy comunes de vender.
-¿Qué cuidados hay que tener con este tipo de estructuras?
-Esto está a la intemperie y está pensado para que dure para siempre. Hay mangas que está funcionales desde que comenzaron hace 30 años. Pero según la zona tenemos dos tipos de líneas, una galvanizada y la otra, más económica, que es la pintada. Si no tenés problemas con agua o salitre, se recomienda la línea pintada, pero la galvanizada es mucho más duradera, por ejemplo en los tambos donde están en contacto con el agua todo el día.
-¿Cómo ves la adopción de estas instalaciones entre los productores?
-Creo que las nuevas generaciones están haciendo mucha fuerza con lo que venimos nombrando de sustentabilidad, practicidad y seguridad. Pero generaciones más grandes, acostumbradas a la madera, también están dando el paso y están incursionando en esto.
-¿Cuáles son los próximos pasos de Mecano?
-Ya empezamos a tecnificar. Tenemos una puerta automática que se acciona mediante una aplicación por bluetooth. Desde el celular o por comando de voz podés indicar para dónde querés que siga el animal, si para la izquierda, la derecha o el centro. El próximo paso es linkear la balanza con esa aplicación y con el chip del animal, y predeterminar de antemano a dónde querés que vaya determinado animal que pesa tantos de kilos. La idea es que se acabe el lápiz y el papel y que sea todo mucho más ágil, más seguro, y que queden registrados los datos. Esa va a ser la base de la ganadería.