Nicolás Pino, el presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA) metió la cola en la interna del gobierno nacional: Al presidente Alberto Fernández ni lo mencionó, a la vicepresidenta Cristina Kirchner le recomendó que contrate abogados para defenderse de las acusaciones en la justicia, y al tercero de los socios de la coalición gubernamental, el flamante superministro Sergio Massa, le deseó suerte para generar “la confianza necesaria” para poder resolver la crisis económica actual.
Eso sí, en todo momento responsabilizó de esa crisis al gobierno. Y en el mismo sentido rechazó las acusaciones que acusaban a los productores de ser especuladores por retener parte de su cosecha de soja. “Parece mentira que nos hayan acusado de especuladores. El rol de especulador es del Estado”, se quejó.
Pino, que en cierto tramo de su discurso bromeó que en los últimos días cambiaron el tono del discurso en seis ocasiones, debido a la nueva crisis política y el recambio de figuras en el gabinete,
“En estas últimas 48 horas, el gobierno ha tomado decisiones que nos incluyen como sector productivo. Esperamos que la nueva conducción económica esté a la altura de la difícil situación que atraviesa el país, y que genere la confianza necesaria para atravesar estos momentos”, fue el párrafo dedicado a Massa, quien asumirá el martes como nuevo super ministro de Economía y absorberá también las carteras de Agricultura y de Desarrollo Productivo.
El titular de las Rural apenas tuvo un reclamo para el nuevo hombre fuerte de la gestión: le pidió que no degrade al sector asignándole solo una secretaría de estado. “Queremos decirles: el sector agropecuario es lo suficientemente importante como para mantener el rango ministerial”.
Con Cristina Fernández, que en esta nueva lógica de poder conserva un aparente poder de veto, el dirigente agropecuario fue nada indulgente. Su alusión a la vicepresidenta -aunque sin nombrarla- fue el tramo más aplaudido de su extenso discurso.
“No es posible que un gobernante dedique su tiempo de trabajo a aumentar sus ingresos, a vista y paciencia de todos. Y si una persona del gobierno tiene que rendir cuentas a la justicia, lo que tiene que hacer es contratar abogados, no agitar funcionarios y engañar votantes con el objeto de protegerse detrás de sus fueros”, bramó PIno.
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En todo momento, frente a la mirada serena de los Grandes Campeones que esperaban para desfilar sobre la pista, el titular de la Rural culpó de la situación actual al gobierno. “Al gobierno actual le pedimos que resuelva los problemas, en vez de hacernos víctimas de su interna, tratando de asegurar a toda costa la ilusión de su reelección”, indicó el ruralista.
En otro tramo, Pino indicó que “la sociedad en su conjunto mira a los políticos y sabe diferenciar entre un honesto y un corrupto. Basta de robarle a la gente su dignidad”, les pidió. Dirigiéndose al público que aplaudía en las tribunas, les pidió que “no se dejen engañar por falsos propagandistas que quieren enfrentar el campo con la sociedad. Hemos oído a políticos que dicen querer poner a la Argentina de pie”.
“El campo está de pie. Nosotros no prometemos: nosotros producimos. Decimos lo que hacemos, y hacemos lo que decimos”, exclamó, cosechando nuevos aplausos.
Agregó Pino, sin mencionar jamás al actual Presidente, que “la crisis que estamos viviendo es consecuencia de malas políticas. Si quieren resultados distintos a los actuales, deben hacer exactamente lo contrario de lo que se está haciendo. Con reglas justas, basadas en el consenso y la libertad, el campo podría aumentar su producción en el orden del 40%”, prometió.
El único dirigente opositor con aspiraciones presidenciales que estuvo acompañando a la Rural en la inauguración formal de su exposición anual fue el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, aunque en un rol más institucional. El resto de los integrantes del Juntos por el Cambio y hasta los libertarios estuvieron visitando la muestra agropecuaria durante la semana. Para todos ellos también tuvo un párrafo el discurso de Nicolás Pino.
“Al gobierno que viene, le pedimos que venga con un plan macroeconómico que asegure estabilidad y libertad, como condición para eliminar las desigualdades. Hay que bajar el déficit, hay que volver a contar con una moneda confiable y hay que desactivar los impuestos encubiertos que crean la pobreza, la inflación y las distorsiones del tipo de cambio”, reclamó el dirigente empresario.