Los contratistas son uno de los eslabones clave en la siembra y cosecha de los granos con los que se producen alimentos, y cuya exportación genera los dólares que tanto requiere la economía. Son también uno de los sectores más afectados por las políticas cambiarias y las regulaciones a las importaciones que está implementando el gobierno.
Esto no hace más que incrementar el malestar sectorial y las rispideces entre los integrantes de ese sector. “Nos lleva a un enfrentamiento entre contratistas, productores y transportistas, nos peleamos entre los que trabajamos. Lleva a un fuerte desgaste porque una cosa es trabajar y otra padecer el trabajo”, dijo José Turino, contratista de San Vicente, Santa Fe, a Bichos de Campo.
“Los políticos hacen responsables al sector productivo de las subas de precios de alimentos o la falta de dólares, pero luego toman todas las medidas necesarias para que no se pueda producir cuando encima el Estado se lleva dos de cada tres camiones en impuestos”, agregó a continuación el empresario.
El faltante de gasoil complicó la cosecha de soja y desdibujó la estructura de costos de los contratistas ya que el precio, como se sabe, superó holgadamente los 200 pesos. Esto afecta además a lo que queda de la trilla del maíz y a la siembra de trigo según confirmó Alberto “Fredy” Simone, integrante de la Cámara de Contratistas de Buenos Aires, adherida a la nacional FACMA.
Por otro lado, Simone afirmó: “Si ya teníamos problemas para abastecernos de neumáticos, las medidas de control de las importaciones distorsionaron más el mercado. Las cubiertas en poco más de un año triplicaron su valor. En realidad no hay mercado, todo depende de la necesidad, pero se podría decir que valen en torno a los 800 mil pesos”.
Esto impacta también en la compra de equipos nuevos. “Hay fábricas que tienen los equipos terminados, pero no los pueden entregar por la falta de neumáticos”, sostuvo Simone.
Pero a eso se suma otro problema: también están faltando repuestos que son importados. “Un equipo, aunque sea de fabricación nacional, tiene muchos componentes importados como el motor y los sistemas de precisión para siembra. Hoy no podés cambiar la máquina ni conseguir repuestos, y las fábricas no nos pueden vender porque no saben cuándo van a contar con esos insumos”, indicó el contratista.
Turino confirmó la falta de precios de referencia durante la campaña y en torno a los repuestos remarcó: “Los entregan sin precio y con un remito contra factura según la cotización del dólar al momento de la reposición del producto”.
Según el empresario, los repuestos que faltan “son productos electrónicos o sensores, y también productos que tiene hierro como componente, que si bien se puede llegar a reemplazar acá, en plena cosecha puede llegar a demorase hasta una semana si no se consigue el tornero correspondiente”.