El informe de exportaciones de carne vacuna que acaba de publicar el IPCVA (Instituto de Promoción de la Carne Vacuna) da cuenta de que el cepo exportador sigue súper vigente y que el sector y la economía argentina se pierde la oportunidad de capturar negocios y un mayor ingreso de divisas que tanto requiere la economía argentina.
Las ventas al extranjero en mayo sumaron 47.500 toneladas pesos producto o 68.500 res con hueso, volumen equivalente al promedio de los primeros 5 meses del año. De seguir con ese ritmo este año Argentina despacharía 700 mil toneladas res con hueso. Es el volumen proyectado por el gobierno.
Por otra parte, todo indica que la producción será similar a la del año pasado y que este año se alcanzarían las 3 millones de toneladas de carne, por lo que las exportaciones no superarían el 23/24% de la producción, tal como lo indicó en su momento el ministro Julián Domínguez al anuncias las restricciones comerciales el año pasado.
Esa cantidad es casi 25% inferior al récord exportador, que superó las 900 mil toneladas en 2020, que según los analistas podría ser superado si el mercado no estuviese intervenido para sostener el consumo abastecido a razón de 45/50 kilos por habitante al año.
Así se cumpliría el plan oficial, por demás ineficiente, ya que no está dando resultado alguno: los precios de la carne en el mercado interno registran un aumento del 68% en el último año, en línea con los incrementos que tuvo la hacienda. Aumentaron 5 puntos porcentuales más que la inflación promedio que fue de 63%.
Lo otro que muestra el informe es que si bien en mayo una leve caída del 4% en los precios de la carne, que tienen que ver con los problemas logísticos para colocar el producto a China -donde hubo fuertes restricciones por Covid- y también con la caída que tuvo el mercado europeo, el ingreso de divisas sigue siendo alto. Esto disimula todo lo demás, pues se vende menos carne pero a altos precios.
Las ventas en el acumulado de los primeros 5 meses del año suman una facturación de 1.422 millones de dólares, contra los 1.100 millones de igual período del año pasado. El ingreso de divisas aumentó 30%, pero queda claro que podría ser mucho mayor.
Si el volumen de exportaciones se mantuviera en torno a las 68.000 toneladas mensuales y los precios no variasen este año se exportaría por 3350 millones de dólares, una cifra récord en dinero.
Pero si se pudiera exportar con normalidad y así llegar al millón de toneladas ingresarían 4.800 millones de dólares.
En definitiva el negocio de la exportación de carne podría este año aportar un ingreso de dólares casi 40% mayor al del año pasado, siempre que los precios se mantengan, que es lo que se espera en tanto se reactive la demanda de China y la de Europa, que ya comenzó a pagar mejores precios.
Conclusión: el cepo no frenó la suba del precio interno de la carne y al mismo tiempo privaría al país de un ingreso de 1.500 millones de dólares, que ayudarían a contener la devaluación del peso y en definitiva a la inflación. Pero se elige el camino inverso cuyos resultados están a la vista.
Además distorsionan el funcionamiento de la cadena cárnica, donde hay operadores que quedan fuera del negocio o deben pedir permiso a los frigoríficos para poder faenar, producir y atender a sus clientes en los mercados internacionales.