Los fundamentos presentes en el mercado agrícola global –con Ucrania “fuera de juego”– son claramente alcistas porque la oferta no tiene “resto” para seguirle el ritmo a la demanda. Pero esta semana los precios de todos los futuros de productos agroindustriales que cotizan en el mercado estadounidense CME Group se derrumbaron.
No se trata solamente de las materias primas agroindustriales, porque el fenómeno bajista también abarca al resto de los commodities energéticos y metalíferos.
Si bien el evento, en lo inmediato, asusta por las violentas ventas masivas realizadas por administradores de grandes carteras de inversión, en perspectiva –tomando la canasta de materias primas comprendida en el índice Bloomberg Commodity Index Total Return– el panorama aún lo luce catastrófico y podría eventualmente considerarse una “corrección” orientada a asegurar utilidades frente a la incertidumbre.
Sin embargo, además de la amenaza de un enfriamiento económico a escala global –promovido por EE.UU. y la Unión Europea con el propósito de contener las tensiones inflacionarias–, el contexto geopolítico luce por demás turbulento ante el crecimiento de las tensiones existentes entre EE.UU. y China, las cuales podrían derivar en una nueva “guerra comercial” entre ambas potencias.
Las crecientes tensiones bélicas entre China y Taiwán –hoy aviones de guerra de la nación gobernada por Xi Jinping volvieron a invadir el espacio aéreo de la isla democrática– refuerzan el temor del advenimiento de un escenario de una gran disrupción en el comercio global de materias primas básicas.
22 PLA aircrafts (Y-8 ASW*2, KJ-500 AEW&C*2, Y-8 EW, J-16*10, JH-7*5 and H-6*2) entered #Taiwan’s southwest ADIZ on June 23, 2022. Please check our official website for more information: https://t.co/yS0CMKSwaJ pic.twitter.com/ExVuUxzKwL
— 國防部 Ministry of National Defense, ROC(Taiwan) 🇹🇼 (@MoNDefense) June 23, 2022
Vale recordar que a partir de 2020, por algún motivo que por entonces no estaba del todo claro, China comenzó a importar cantidades ingentes tanto de materias primas agroindustriales como de alimentos. Y en simultáneo implementó un política interna de racionamiento de comida denominada “platos limpios”.
De alguna manera, la nación asiática se estaba preparando para el actual escenario y ese frenesí importador, obviamente, se trasladó a los precios de los materias primas, que hoy sufren por el miedo a un corte abrupto del comercio mundial con una posterior reconfiguración de los flujos comerciales según de qué lado del eje de poder global hayan quedado las diferentes naciones del orbe.
En definitiva: en la actual coyuntura los fundamentos propios del mercado agrícola e incluso de los commodities –refugio natural frente a la inflación– quedaron momentáneamente de lado ante los enormes riesgos geopolíticos, los cuales, lamentablemente, son muy difíciles de pronosticar.