La terrible Mosca de la Fruta – Ceratitis capitata Wied– continúa haciendo de las suyas.
Desde el mes de abril la ciudad rionegrina de Cipolletti se encuentra en un estado de “emergencia fitosanitaria” declarada por Senasa, tras la aparición de ejemplares adultos de este insecto. En una situación similar se encuentra el distrito de Las Paredes, en el departamento mendocino de San Rafael, que también se encuentra en un estado de alerta y monitoreo. Y como si eso fuera poco, 13 comunas de de la región metropolitana de Chile, a la altura de Mendoza, anoticiaron de un brote importante.
Frente a este panorama regional y a la insistente presencia de esta plaga, Bichos de Campo entrevistó a Wilda Ramírez, ingeniera agrónoma y Directora de Sanidad Vegetal del Senasa, para conocer el estado de situación actual, las acciones conjuntas entre países y la posibilidad o no de erradicarla por completo.
-¿Qué riesgos supone para Argentina que Chile confirme un brote de esta magnitud?
-Todos los países de la región que cuentan con áreas libres de moscas de la fruta reconocidas oficialmente como es el caso de Argentina, Chile, México, y Estados Unidos, entre otros. Esta condición fitosanitaria está sujeta a la auditoría permanente por parte de los países de destino de la producción frutícola, y es natural la detección de brotes de la plaga y la implementación de planes de emergencia para contener y erradicar dichos focos. Chile está reconocido como país libre de moscas de la fruta desde 1995, y cuenta con uno de los principales programas de prevención de la plaga a nivel regional. Los brotes que se presentaron en los últimos meses están circunscriptos y sujetos a medidas de control por parte del Servicio Agrícola Ganadero (SAG), por lo que se espera que dichos focos se den por finalizados una vez verificada la erradicación de la plaga.
-¿Cómo ven el escenario regional desde el Senasa?
-Ante el escenario de cambio climático mundial y en vistas de los crecientes flujos comerciales de frutas, hortalizas y de movilización de pasajeros a nivel regional y mundial, es esperable que aumenten los riesgos de dispersión de plagas. En este sentido adquieren primordial relevancia los controles e inspecciones que cada país realiza en los puestos de frontera y en las zonas de ingreso a las áreas libres. Cualquier detección de la plaga en un área libre debe ser reportada inmediatamente a los mercados de destino de la producción frutihortícola, y simultáneamente implementar un Plan de Emergencia a fin de evitar la dispersión del brote hacia el resto del área libre, preservando tal condición, y ofreciendo las garantías sanitarias necesarias.
-¿Se está trabajando de alguna forma coordinada con el SAG?
-Las medidas de manejo integrado de plagas que implementan la mayoría de los programas de moscas de la fruta a nivel mundial, se basan en los lineamientos técnicos establecidos en las Normas Internacionales de Medidas Fitosanitarias (NIMF), de la Convención Internacional de Protección Fitosanitaria de FAO. Chile y Argentina, junto con el resto de los países de la región (Bolivia, Brasil, Paraguay, Perú y Uruguay), mantienen una vinculación permanente a través del Grupo Técnico en Moscas de la Fruta del COSAVE (Comité de Sanidad Vegetal del Cono Sur), y de los Proyectos Regionales en Moscas de la Fruta, en los que participan todos los países de América Latina y El Caribe, que realizan acciones para estas plagas de alto impacto económico.
A continuación la especialista señaló: “En las zonas reconocidas como “áreas libres de moscas de la fruta” se realizan acciones de control preventivo basadas en una tecnología de control biológico, amigable con el medio ambiente, denominada “Técnica del Insecto Estéril”. Consiste en la liberación al medio ambiente de moscas criadas y esterilizadas artificialmente, que se aparean con las moscas silvestres, interrumpiendo de esta manera el ciclo de vida de la plaga. En este sentido, Argentina coopera con Chile proveyéndole el material biológico estéril para la implementación de dicha tecnología. Estas moscas estériles son producidas en una Biofábrica situada en la provincia de Mendoza, la Bioplanta Multipropósito “Santa Rosa” del Instituto de Sanidad y Calidad Agropecuaria de Mendoza (ISCAMEN), una de las de mayor envergadura a nivel regional”.
-¿Cómo está la situación en el país a nivel general?
-En las áreas libres de Argentina se están implementando dos planes de emergencia: uno en la zona urbana de la ciudad rionegrina de Cipolletti (desde el mes de marzo), y otro en el área periurbana del Distrito de Las Paredes, al sur de la provincia de Mendoza (desde abril). Ambos Planes de Emergencia se ejecutan en el área regulada que corresponde a una superficie cubierta por un círculo de 7,2 kilómetros de radio. Allí la producción está sujeta a medidas fitosanitarias que incluyen la destrucción de frutos hospedantes en condiciones de ser atacados por la plaga; la prohibición de exportación de frutos originarios de esas áreas reguladas hacia mercados con restricciones sin el correspondiente tratamiento cuarentenario; la obligatoriedad de que los transportes que atraviesen dichas áreas cubran sus cargas en forma total con lona o malla de 80% de densidad; entre otras.
“Cabe destacar que la detección de estos ejemplares no implica la pérdida del reconocimiento de los valles productivos de la Región Patagónica y de los Valles Productivos del Centro y Sur de Mendoza como Áreas Libres de Mosca de los Frutos, y es parte de un proceso regular en los Programas que alcanzaron la mencionada condición fitosanitaria. Las acciones se mantendrán en vigencia hasta tanto se verifique la erradicación de los focos y se den por finalizados los mismos”, aclaró a continuación Ramírez.
-¿Se puede pensar en un escenario de erradicación de esta plaga en el país? ¿Qué haría falta para llegar a ese punto?
-El Programa Nacional de Control y Erradicación de Mosca de los Frutos (Procem), fue creado en el año 1994, estableciéndose posteriormente los diferentes sub-programas a lo largo de las regiones productoras de frutas y hortalizas del país. Como consecuencia del avance de los mismos, diferentes zonas se declararon como Áreas Libres de Mosca de los Frutos (Región Patagónica y Oasis Centro y Sur de la provincia de Mendoza), posibilitando la diversificación de su producción frutícola y el acceso a mercados antes vedados por la presencia de la plaga. Estas áreas fueron reconocidas por parte de EE.UU., Chile, China, entre otros países. En otras regiones productivas del país donde las condiciones agroecológicas no posibilitan la erradicación desde el punto de vista técnico y/o económico, se trabaja activamente con fines de supresión de la plaga, a efectos de reducir las poblaciones de estas moscas a niveles compatibles con los umbrales de daño económico.
-¿Qué medidas de prevención y control a nivel local están vigentes?
-Entre las acciones principales del Procem en las áreas libres de moscas de la fruta se destaca el mantenimiento de una red de monitoreo de alta sensibilidad, compuesta por más de 4.500 dispositivos de trampeo para la detección temprana de aquellas moscas que pudieran ingresar a las áreas protegidas, y mediante la cual se identificó la presencia de los brotes de Cipolletti y Las Paredes. Al mismo tiempo, se realizan controles preventivos sustentados en el uso de la Técnica del Insecto Estéril (TIE) y complementados con otras acciones de control, a través de la gestión integrada de plagas en forma amigable con el ambiente. Eso se suma a los controles que se realizan en los puestos de control cuarentenario, ubicados estratégicamente en todos los accesos a las áreas libres de Patagonia y Mendoza, y el registro del el Documento de Tránsito Vegetal Electrónico (DTV-e).