Las fábricas de maquinaria agrícola de origen nacional acumulan tres años de un crecimiento considerable en sus ventas. En 2020 el salto fue del 20%, lo que se repitió en 2021. Y en el primer trimestre de este año el crecimiento fue de 17%, según indicó Eduardo Borri, el presidente de la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (Cafma).
El buen momento se explica por diferentes motivos, algunos positivos y otros todo lo contrario. Pero en definitiva este contexto les permite al sector embolsar un dinero que reinvierte en las empresas. También en el horizonte cercano aparecen nubarrones consecuencia de las restricciones para el acceso a dólares.
“Este aumento del 20% interanual fue acompañado con inversión en bienes de capital para producir más y mejor. Hay muchas empresas construyendo infraestructura, sumando maquinaria y tecnología, y de alguna manera es el gobierno el que facilitó esto con líneas de crédito a tasas bonificadas”, celebró Borri.
Pero además esto significa más demanda de mano de obra. “En 2019 teníamos 26.500 empleos directos y el año pasado llegamos a 38.000”, afirmó el empresario.
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Entre las razones positivas que empujan el crecimiento se cuentan varias: “Hay acciones del gobierno buenas como disponer de créditos a tasa razonables. La administración inteligente del comercio de maquinaria es un punto a favor, aquel producto que puede ser comprado en una fábrica nacional tiene más incentivos que el importado. También tracciona el precio de los commoditties agrícolas”, enumeró el titular de Cafma.
Entre las causas negativas que impulsan al venta de maquinaria figuran la escasez de dólares. Esta situación de la macroeconomía por un lado limita el acceso de dólares de parte de los fabricantes, pero “hay que destacar que ante la incertidumbre económica el productor se vuelca a comprar bienes durables, maquinaria y el precio de los commodities también motoriza la venta”.
En el sector hay un fantasma dando vueltas que podría acotar el crecimiento en los meses que vienen. El Banco Central dispuso que este año la compra de insumos importados no podrá crecer más de 5% respecto del año pasado, con lo cual queda latente la posibilidad de que el 17% de crecimiento del primer trimestre se reduzca notablemente.
“Es probable que el incremento en las ventas de los primeros meses de este año tenga relación con el stock de insumos remanente del año pasado, pero no quiero ser pájaro de mal agüero, es importante ser optimista porque quizás esas restricciones se puedan levantar”, indicó Borri.
El empresario agregó: “No digo que no haya buena voluntad del gobierno en destrabar esto, pero es cierto que nos ha sumido a todas las cámaras en un trabajo burocrático que no tiene sentido. Me gustaría estar trabajando en cómo vendemos más pero estamos abocados a un trabajo burocrático que excede al fin de nuestras cámaras, pues del primero al último de los fabricantes de maquinaria está afectado por estas restricciones”.