Los exportadores argentinos ya registraron exportaciones por más de 7,80 millones de toneladas de trigo 2022/23 y es muy probable que en poco tiempo más se cubra el cupo habilitado de 10 millones de toneladas ante la urgencia del gobierno nacional por hacerse de divisas.
Eso implica que es factible que el cupo de exportación total de trigo 2022/23 esté completamente cubierto mientras los productores argentinos terminan de ajustar las sembradoras para iniciar la implantación del cereal.
Como los exportadores necesitar calzar compras con ventas registradas, están muy activos en el mercado, razón por la cual los precios del trigo 2022/23 vienen subiendo de manera sistemática en las últimas jornadas.
Hoy jueves el contrato de Trigo Rosario Diciembre 2022 del Matba Rofex cerró en un promedio de 335,0 u$s/tonelada y acumula en el último mes un alza del 26,8% (se trata seguramente de una de las mejores alternativas de inversión del presente mes de abril).
Sin embargo, cuando la exportación termine de cubrir el cupo de exportación 2022/23 habilitado, se retirará del mercado y la formación de los precios del cereal quedará sujeta a las negociaciones resultantes entre molinos y productores.
Ese escenario, que quizás no tenga nada de preocupante para un empresario agrícola acostumbrado a sembrar trigo de alta calidad panadera y a comercializar partidas en el transcurso del año, puede llegar a ser catastrófico para un productor que siembra trigo convencional para hacer “caja” a fines de año.
Adicionalmente, cuando el trigo haya sido sembrado, no se descarta que el secretario de Comercio Interior Roberto Feletti refuerce la política intervencionista, que viene implementando en los últimos meses, con el propósito de planchar aún más los precios internos del trigo.
Por supuesto, si para fines del presente año ocurre algún evento inesperado que –tal como sucedió en el primer tramo de este año– catapulta los valores internacionales del trigo, entonces cualquier traba o impuesto interno quedará “licuado”, pero eso es imposible de proyectar en la actualidad.
La posibilidad de que el Ministerio de Agricultura extienda el cupo de exportación de trigo 2022/23 en al menos 2,0 millones de toneladas más recién se prevé para bien entrado el segundo semestre de este año, cuando, dependiendo de cómo se desarrolle el factor climático, pueda proyectarse con un mayor grado de certeza la producción por cosechar a partir de diciembre.
Como la mayor parte del derecho de exportación se abona por adelantado, la habilitación de cupos de exportación representa, en los hechos, una auténtica “canilla” de recursos tributarios para el Estado nacional (a costa, claro, de resignar ingresos futuros).
La normativa vigente dispone que los exportadores de productos agroindustriales están obligados a abonar al menos el 90% del derecho de exportación correspondiente dentro de los cinco días hábiles desde la registración de las Declaraciones Juradas de Venta al Exterior (DJVE), lo que implica, en los hechos, que el impuesto debe pagarse por adelantado. En el caso del trigo, la alícuota vigentes es del 12% del valor FOB.