El gobierno argentino volvió a recurrir a las prácticas intervencionistas implementadas por el entonces secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, durante la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner.
Tal como hacía en su momento Moreno, la decisión de suspender las exportaciones de maíz 2019/20 se tomó haciendo una “cuenta de almacenero” que poco tiene que ver con la dinámica del mercado agrícola.
Los exportadores declararon a la fecha compras de maíz 2019/20 por 37,0 millones de toneladas y el gobierno, a través de las Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE), autorizó embarques de maíz 2019/20 por 34,2 millones de toneladas. Eso implica –según la lógica morenista– que los exportadores estarían obligados a vender en el mercado interno 2,81 millones de toneladas de maíz “viejo”, dado que no van a poder exportarlo.
Con la venta realizada por los exportadores, los precios internos del maíz –seguimos razonando con un pensamiento lineal– bajarían y los productores que aún tienen cereal en sus manos lo venderían rápidamente. Así el precio del maíz bajaría tanto, tanto, que el sector avícola no tendría inconvenientes en seguir subsidiando el valor del pollo a “precios cuidados” con sus propios recursos.
La realidad es un poco más compleja. Los productores que aún tienen algo de maíz “viejo” en sus manos –que no son muchos– pueden esperarlo sin mayores contratiempos hasta marzo del año que viene. En cuanto al maíz en manos de los exportadores, el hecho de que no puedan exportarlo no es equivalente a que tengan que regalarlo en los próximos dos meses, por la sencilla razón de que la demanda interna –avícola, porcina, tambos, feedlots, balanceados y las fábricas de etanol que siguen operando– está más que ávida por el cereal.
Adicionalmente, debido a cuestiones climáticas, la siembra de maíz temprano –que comienza a cosecharse en marzo– este año fue muy exigua, con lo cual se espera una baja oferta de ese producto el año que viene (la mayor parte de la oferta del cereal en 2021 correspondería al maíz de siembra tardía que se cosecha hacia mediados de año).
Por tales motivos, la medida tomada hoy, tal como está diseñada, no tiene ya margen para generar un impacto significativo en el mercado disponible de maíz. Sin embargo, el “mensaje” contenido en la medida sí tiene un poder de daño enorme, porque el hecho de que el gobierno mostrara que está dispuesto a intervenir el mercado de maíz disponible, da por hecho que hará lo mismo con el maíz “nuevo” 2020/21 si así lo considera conveniente.
Esa es la razón por la cual, mientras que en el mercado estadounidense los futuros CME los futuros de maíz subieron hoy miércoles, en el mercado argentino Matba Rofex cayeron fuerte.
A pesar de las reiteradas advertencias de analistas –tal como la realizada ayer mismo por Salvador Di Stefano–, que venían indicando a los productores la necesidad de tomar coberturas ante el avance intervencionista del gobierno nacional, el volumen de maíz 2020/21 con precio hecho a la fecha no supera las 7,5 millones de toneladas.
Los fundamentos internacionales del maíz son claramente alcistas. Pero estamos en la Argentina.
(Alerta spoilers) Próximo candidato en la mira del gobierno: trigo argentino 2020/21
Son inutiles. Si estimaran bien la produccion no necesitarian cerrar el kiosco de golpe.
La logica que dice que el productor va a vender el maiz rapido……quien la avala?.
Esta guardado hace 8 meses y se conseguia poco aun estando caro. Quien lo va a vender mas barato?.
En marzo baja el precio?. Esperan buena cosecha en marzo? Vieron que no llueve?.
Hasta marzo, como llegan los chancheros, polleros etc?. LLegan o se prenden fuego?.
El maiz en la bolsa aguanta perfecto. Los animales llegan sin comida a marzo?.
No llegan?. Entonces paguen lo que tiene que valer.
Oferta y demanda.