El trigo argentino no para de dar sorpresas y ahora la nueva estimación de producción del cereal realizada por la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) es nada menos que de 27,7 millones de toneladas.
La campaña, que arrancó con una expectativa de producción de 20 millones de toneladas, hacía impensable inicialmente semejante guarismo de producción luego de una sequía que afectó a gran parte del desarrollo de los cultivos de verano.
“Las labores de cosecha muestran un avance del 58% a nivel nacional, por lo que se está actualizando el rinde del centro y norte del país, incorporando casi 60 qq/ha como promedio de la región núcleo pampeana, 42 qq/ha en Entre Ríos y casi 40 qq/ha en Córdoba como media provincial. Por lo tanto, la estimación de rinde medio pasa de 37,7 qq/ha a 41 qq/ha de noviembre a diciembre”, destacó un informe de la BCR.
Vale recordar además que para la cifra final de producción, además del ajuste de la superficie sembrada y del rendimiento, se tuvo en cuenta un área no cosechada de 400.000 hectáreas afectadas por anegamientos.
“Considerando las últimas 25 campañas agrícolas, la cifra de trigo es récord por dónde se lo mire: en área sembrada superó la anterior marca de 7,1 M/ha en el 2001/02; en rinde supera por casi cinco qq/ha el anterior récord del 2010/11 (36,2 qq/ha). Y en producción por 4,7 Mt a los 23 Mt obtenidos en la temporada 2021/22”, indica.
“Por ahora, la estimación de 47,3 qq/ha como rinde promedio de la provincia de Santa Fe ocupa el primer puesto en el podio de rindes trigueros provinciales. Pero todavía falta la mitad de la superficie por cosechar y otras provincias muestran un gran potencial”, añade.
Buenos Aires, con ajustes positivos en los rindes del norte provincial, está por ahora en segundo lugar con 43,2 qq/ha. Le sigue Entre Ríos con un cultivo que arroja un promedio provincial de 42 qq/ha. Y por detrás está la provincia de Córdoba con 39,6 qq/ha.
“Debe destacarse que ha sido un año dónde las lluvias no fueron una limitante para expresar el potencial triguero, con lluvias inéditas de julio y sobre todo en agosto y excelentes condiciones de llenado en buena parte de la región pampeana. Este ciclo también se caracteriza por la inversión que el sector ha hecho en tecnología, sobre todo en semilla, controles contra enfermedades, fertilización y re fertilizaciones que fueron necesarias antes los fuertes problemas de lixiviación de nutrientes por lluvias”, apuntó.






