La merma en las precipitaciones y las altas temperaturas que se registraron en las últimas semanas propiciaron la aparición de distintas plagas, que complican los rendimientos de la soja.
El monitoreador Maximiliano Spinollo -responsable del sitio Infobicho, que elabora alertas para los cultivos de la región núcleo- detalló a cuáles hay que prestarles especial atención durante las recorridas a campo.
Una de las primeras en registrase fue la chinche de soja, que ya se hizo presente en cultivos de primera y afecta el desarrollo de los granos.
“Las chinches succionan los granos en formación por medio de su aparato bucal-chupador, se deben realizar seguimientos más estrictos en lotes destinados a producción de semilla. Es importante determinar los niveles de ataque por lote por medio del paño vertical, para realizar controles químicos. Es muy común que los ataques comiencen primero en cabeceras y borduras, para luego colonizar la totalidad del lote”, indicó Spinollo.
A esa plaga se suma también la oruga medidora (Rachiplusia nu), presente también en sojas de segunda. “Es la defoliadora más común del cultivo de soja, se las identifica fácilmente ya que caminan cómo si estuvieran midiendo el camino. Se dispone de numerosos insecticidas registrados para su control”, señaló el especialista, quien añadió que también aplica para este caso el monitoreo con paño vertical, que debe ser semanal.
Finalmente la falta de lluvias desencadeno la presencia de arañuelas, que comenzaron a detectarse en varios puntos de la región.
“Generalmente los ataques comienzan en cabeceras o contra alambrados y luego se expanden al resto del lote. Ante situaciones puntuales de ataques en borduras, se podría comenzar controlando esos sectores, evitando de esa manera la colonización en todo el lote”, detalló Spinollo.