El Gobierno de España ha anunciado una fuerte reducción del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) al aceite de oliva a partir del próximo 1 de julio. Sucede que ese producto emblemático de la dieta mediterránea es el que más ha subido sus precios en la canasta alimentaria de aquel país: en mayo costaba un 62,8% más caro que hace un año y desde enero de 2021 se ha encarecido un 198,5%, lo que equivale a decir que su precio se ha multiplicado casi por tres.
Ante esta evolución de los precios, en el año 2023 el Gobierno rebajó el IVA de este producto del 10% al 5% en 2023, una medida que ahora se intensifica para llevarlo al mínimo posible.
Según informa el Ministerio de Hacienda, este producto va a quedar incluido en el grupo de bienes de primera necesidad que aplican el impuesto superreducido de manera permanente, tales como el pan, los huevos, las verduras o las frutas. Este grupo de alimentos básicos tributa un IVA mínimo del 4% en condiciones normales, en lugar de ubicarse en el grupo de bienes que aplica el IVA reducido (del 10%).
El objetivo de esta medida es “proteger e incentivar el consumo del aceite de oliva, un producto saludable y cuyo precio se ha encarecido recientemente como resultado de la sequía, entre otros motivos”, según indicó el Ministerio de Hacienda español.
El pasado 12 de junio además se anunció la prórroga de la rebaja del IVA en alimentos básicos, por lo que esta nueva medida que afecta al aceite de oliva podría ir en el mismo decreto ley que deberá debatirse y aprobarse en el Congreso de los Diputados antes del 30 de junio, fecha en la que expira.
¿Y por qué sube tanto el aceite de oliva, a escala planetaria? Un informe del Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA) proyecta que la producción en la Unión Europea sería en 2023/24 de 1,415 millones de toneladas, una cifra apenas superior a la lograda en el ciclo anterior (1,392) y muy lejana a la obtenida en 2021/22, que fue de 2,272 millones de toneladas.
“En España, que produce aproximadamente la mitad de la cosecha de aceitunas del mundo, las condiciones climáticas extremas provocaron una escasez de producción por segundo año. Después de que una ola de calor primaveral afectara la floración, se pronosticaba que la cosecha en España sería sólo un 15% mayor que la del año pasado, que fue el peor año de producción de aceite de oliva en casi una década”, señala el informe.
Esto a su vez ha impactado en los precios de la Argentina, que usualmente es un exportador neto de ese tipo de aceite. En 2023, exportó unas 36.000 toneladas del producto a un valor promedio de 5.925 dólares por tonelada. Debido a la escasez internacional, en lo que va de 2024 ese valor promedio de exportación ha crecido hasta el récord de 7.232 dólares.