En un año normal la soja de primera en la región núcleo pampeana suele sembrarse entre el 20 de octubre y el 15 de noviembre. En la segunda quincena de noviembre, a medida que pasan los días, se reducen los rendimientos potenciales del cultivo.
Si bien hace un año para esta fecha ya se había sembrado el 80% del área prevista de soja de primera en la zona núcleo pampeana, en la actualidad se alcanzó a implantar apenas el 24% del área inicialmente proyectada.
“La siembra es tan trabada este año que en algunas zonas incluso se prevé que podría haber soja de primera sembrada a fines de diciembre”, señala un informa de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR). Pero una soja de primera sembrada en diciembre –fecha en la cual se implanta soja de segunda inmediatamente después de la cosecha de cebada o trigo– dejaría ya de ser soja de primera (habría que buscarle otro nombre).
“Es algo muy inusual lo que está sucediendo en este año, ya que no hay antecedentes de algo similar por lo menos en los últimos doce años: nunca se sembró una proporción tan grande de soja de primera luego del 15 de noviembre. Por lo que el ciclo de soja de primera 2022/23 tendrá el potencial más bajo de rinde de soja de primera de los últimos doce años y las peores condiciones de siembra”, alertó la BCR.
Son 750.000 hectáreas de soja de primera las que se implantaron en los últimos siete días en la zona núcleo pampeana, las cuales se sumaron a las 250.000 hectáreas de la semana pasada. La siembra queda a la espera de nuevas lluvias.
Zona Núcleo. Largamos Siembra de soja variable con Precisión Planting Gen3. pic.twitter.com/O2LireU2G0
— Man Agro S.A (@ManAgroSA) November 10, 2022
“La campaña 2022/23 ha quedado envuelta en gran incertidumbre por la gran cantidad de agua que falta en los suelos. El objetivo ha dejado de ser sembrar en las fechas de máximo potencial. El objetivo ahora es sembrar como se pueda las hectáreas que están pendientes”, apuntó el informe.
La expectativa es que las precipitaciones que estarán presentándose en la zona pampeana en los próximos días permitan revertir el importante déficit hídrico existente en la zona núcleo, donde más de un 40% de dicha región tiene un déficit de agua en lo que del año de 450 milímetros, lo que implica que se necesitan lluvias superabundantes para recomponer la situación hídrica.
Los productores que cuentan con sistemas agrícolas bien rotados y con buenas coberturas, tiene algo más de “resto” porque pudieron sembrar algo a la espera de la aparición de lluvias restauradoras (rezando sin parar). Pero aquellos que tienen lotes “cascoteados” por prácticas mineras, están realmente en problemas en la actual coyuntura climática.
Si bien no se esperan acumulados demasiado abundantes en los próximos días, las precipitaciones pueden ser relativamente generalizadas y un alivio en aquellos sectores con perfiles menos castigados. De todas maneras, más allá de lo que puedan recibir o no, después sería necesario, semana tras semana, seguir acumulando milímetros para que el cultivo de soja pueda llevar una campaña con cierta dignidad.
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— Agroenlace (@Agroenlacetrade) November 11, 2022