A partir de este jueves el gobierno de la Argentina, un país sudamericano de economía bastante agropecuaria, dejó de tener un ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, y los asuntos del sector pasarán a ser atendidos por una Secretaría de Estado, dependiente del Ministerio de Economía. La degradación del área dedicada a los productores rurales es tanta que en el Mapa del Estado directamente desaparecieron del gabinete nacional las palabras “Agricultura”, “Ganadería” y “Pesca”
Los cambios fueron dispuestos por el Decreto 480/2022, publicado en el Boletín Oficial. Esta norma reduce de 20 a 18 el número de ministerios en el gobierno federal, ejecutando los deseos del ex presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, de asumir al frente de un reforzado Ministro de Economía que absorbió no solo la política agropecuaria sino también la industrial y la energética.
En el nuevo Mapa del Estado que queda vigente desaparece las menciones a estas actividades productivas porque Massa decidió ser denominado simplemente como “ministro de Economía” y no como ” ministro de Economía, Producción y Agricultura”, como se había anunciado originalmente. Es decir, la subordinación de las actividades productivas a la economía (que atiende al presupuesto y las finanzas del país) quedó planteada desde el vamos. No habría paridad sino sumisión.
Esta transformación de las burocracias para crear una super cartera económica a la medida de Massa deja otros flancos curiosos para el análisis: Agricultura, Ganadería y Pesca queda ahora como una Secretaría con menor rango que los Ministerios de Ambiente o de Turismo. En los hechos, la actual ocupante de la Secretaría de Políticas contra la Violencia por Razones de Género, dentro del Ministerio de la Mujer, tiene el mismo rango que el flamante secretario de Agricultura, Juan José Bahillo.
¿Se trata entonces solo de una degradación o subordinación de la Agricultura a la Economía?
El mencionado artículo 5º, que modifica la estructura del Ministerio de Economía al absorber las otras dos carteras productivas, también implica una fuerte reducción de subsecretarías (y seguramente de direcciones) al interior del área de Agricultura, Ganadería y Pesca. Hasta ahora el Ministerio tenía tres Secretarías y diez Subsecretarías. Ahora la Secretaría tendrá ocho Subsecretarías.
En el nuevo organigrama del Ministerio de Economía la subdivisión del área agropecuaria quedó a la cola. Define que esa cartera agropecuaria tendrá las siguientes áreas de gestión:
La Subsecretaría de Mercados Agropecuarios: será un sector que unificará las funciones de la anterior Subsecretaría de Mercados Agropecuarios a cargo de Javier Preciado Patiño con las de la Dirección Nacional de Control Comercial Agropecuario (ex ONCCA), a cargo de Luciano Zarich, quien sería ascendido. Bichos de Campo anticipó esta movida, que crea un organismo con capacidad de intervenir no solo en los mercados de exportación de carnes sino también en granos y sus subproductos.
La Subsecretaría de Alimentos, Bioeconomía y Desarrollo Regional marca la continuidad “degradada” del sector que estaba a cargo de Luis Contigiani, y que tiene incumbencias sobre las políticas de alimentos, los sellos de calidad, la biotecnología agrícola y ese tipo de menesteres. Posiblemente el socialista santafesino continúe a cargo.
La Subsecretaría de Fortalecimiento Productivo y Sustentable para pequeños y mediano Productores Agroalimentarios era una suerte de entelequia que dependía antes de la Secretaría de Contigiani y que ahora tendrá igual rango. Nadie sabe bien a qué se dedica, porque fue creada un poco para competir por las funciones de la ex Secretaría de Agricultura Familiar. Hasta ahora estaba manejada por la señora María de los Milagros Barbieri, de quien casi no se conoce actividad.
La Subsecretaría de Agricultura seguirá manteniendo el rango, pero ahora dependerá directamente del secretario Bahillo y no de Matías Lestani, que perderá su puesto al ser eliminada la ex Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca que interactuaba antes entre el ministro y las áreas específicas. Se espera que Agricultura siga en manos de un hombre proveniente del grupo AGD, Delfo Buchaillot.
La Subsecretaría de Ganadería y Producción Animal, que estaba en manos de José María Romero (quien todavía no ha sido confirmado), tendrá el mismo destino que la anterior: dependerá directamente de Bahillo.
La Subsecretaría de Pesca y Acuicultura ídem: antes dependía de Lestani y ahora lo hará directamente de Bahillo. Aquí si se confirmó al santacruceño Carlos Libermann.
La Subsecretaría de Agricultura Familiar, Campesina e Indígena sufrió una degradación, de Secretaría a Subsecretaría. De todos modos poco importa, porque este espacio está copado por la militancia del Movimiento Evita y otras organizaciones sociales que poco y nada han respondido hasta ahora a los rumbos fijados por los ex ministros Luis Basterra y Julián Domínguez. Miguel Ángel Gómez, ex secretario, seguiría al frente de la subsecretaría.
La Subsecretaría de Gestión Administrativa, que maneja las sensibles áreas de personal y presupuesto, permanecerá como tal, aunque Bahillo eyectó de allí al contador platense Julio César Vitale, aliado histórico de Julián Domínguez y pondría un reemplazo llegado desde el INTA.