Luego de realizar por varios años tareas como delegado de la regional de Guaminí de Aapresid en la Asociación Argentina del Girasol (Asagir), Enrique Moro fue elegido como el presidente de esa entidad. Desde que asumió se auto impuso una misión: tratar de hacer funcionar a la cadena del girasol de la mejor forma posible. ¿Y por qué se propuso eso? Porque después de tantos años de relación con ese cultivo sabe que al interior de la cadena hay eslabones con intereses encontrados, que si se ordenan pueden hacer que esta producción vuelva a sus récords históricos.
“El girasol no nos abandonó nunca, aún en pleno apogeo de la soja. Siempre estuvo, incluso hoy tiene un nicho importante como cultivo de segunda en las rotaciones de trigo a maíz tardío. La cadena existe para promocionar ese cultivo, por lo tanto todas las acciones que podamos hacer para volver a los valores históricos es lo que se debe hacer”, dijo a Bichos de Campo Enrique Moro.
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Por una confluencia de hechos fortuitos, hoy los precios internacionales del girasol han aumentado de forma considerable y lo han despegado del valor de la soja, con quien mantenía un cierto paralelismo. La baja producción mundial, la mayor demanda de aceites, y la baja de retenciones para este cultivo a nivel nacional -a la soja en cambio se las subieron- hicieron que promedie los 500 dólares por tonelada.
“Todo eso hizo que haya una brecha de precio importante entre la soja y el girasol y los productores salimos a desempolvar sistemas de trabajo que no se usaban tanto, y en zonas que permitían reemplazar lotes de soja o de maíz por girasol, cosa que no ocurría hace muchos años”, afirmó Moro.
Aún así los valores no están ni cerca de las 4.6 millones de toneladas que el país supo producir en el ciclo 2007-2008, ya que en las últimas campañas llegó a bajar a 1.6 millones. Sin embargo para el flamante presidente el secreto de la producción está en la rentabilidad y frente a esta nueva coyuntura se llegará a 3 millones de toneladas.
“Si esta rentabilidad perdura en el tiempo, el girasol se va a ubicar no sólo en el récord histórico que tuvo hace una década atrás, sino que tal vez la puede llegar a superar. Hoy estamos muy contentos, trabajando eufóricos”, señaló Moro, aunque aclaró que esto sólo se sostendrá si a nivel interno las condiciones son favorables y si se actualizan las técnicas productivas, que se vienen realizando desde hace por lo menos 20 años.
Además, dentro de la agenda de la Asociación está la intensión de generar una valoración y clasificación de las calidades de los aceites de Argentina, que podría ayudar a revalorizar el aceite de girasol a nivel interno y externo.
“Hay que convivir de la mejor manera posible porque solo todos juntos podemos avanzar en la búsqueda de nuevos objetivos, de todo lo que pueda hacerse para mejorar la producción y ganar lo que perdimos”, concluyó Moro.