El Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) determinado por el Indec registró en febrero pasado una suba 5,7% con relación al mismo mes de 2024. Se trata del nivel más elevado de la serie desestacionalizada desde junio de 2022.
El dato es que la suba estuvo mayormente impulsada por la actividad financiera, que registró una suba interanual del 30,2% en el período, seguido por la pesca con un 28,3%.
En los siguientes puestos se ubicaron el comercio con un suba interanual de la actividad del 7,4%, industria manufacturera (+5,0%), minería (+5,0%), actividades inmobiliarias (+4,7%) y construcción (+4,0%), entre otros.
El sector agropecuario, principal generador genuino de divisas de la economía argentina, registró un crecimiento de apenas 2,1% entre febrero de este año y el mismo mes de 2024.
El EMAE es un indicador provisorio de la evolución del Producto Interno Bruto (PIB) del país a precios constantes de 2004 que se calcula en base a la agregación del valor agregado a precios básicos de cada una de las actividades económicas.
Ya superada la distorsión generada por la sequía del ciclo 2022/23, que provocó una caída abrupta del nivel de actividad en el sector agropecuario, el EMAE es un indicador útil para visualizar “ganadores y perdedores” de un determinado modelo económico.
La capacidad de generar valor en el agro argentino viene reduciéndose en el último lustro de manera evidencia por problemas climáticos, una elevada presión impositiva y distorsiones cambiarias, entre otros factores.