Entre febrero y comienzos del presente mes de marzo los precios internacionales de la harina de soja –el principal producto de exportación argentino– registraron una suba extraordinaria.
Insólitamente, Argentina no pudo aprovechar esa oportunidad porque la industria aceitera se quedó sin disponibilidad de soja ante la retención de mercadería realizada por los productores.
La causa de tan extraño fenómeno es necesario buscarla en una medida de política económica implementada por el ministro de Economía Sergio Massa: el denominado “dólar soja”, que en los hechos es una devaluación sectorial por tiempo limitado.
La implementación de dos ediciones del régimen cambiario especial del “dólar soja” alteró las reglas de juego en la dinámica comercial del mercado de soja argentina, dado que los productores, en lugar de planificar las ventas en función de las variables de mercado, se “sentaron” sobre los silobolsas de soja a la espera de una nueva implementación del “dólar soja”.
En los últimos días los valores de la harina de soja han comenzado a derrumbarse por factores exógenos a la actividad agroindustrial –el temor de la expansión de una crisis financiera global–, lo que implica que Argentina perdió la oportunidad de capturar los precios en la fase alcista al no disponer de mercadería.
Se estima que aún queda un remanente sin comercializar (stock de reserva + cosecha 2021/22) de entre 7,0 y 8,0 millones de toneladas de soja, los cuales, si bien en circunstancias normales se habrían vendido, siguen en manos de los productores argentinos a la espera de un nuevo estímulo cambiario.
Los últimos datos oficiales disponibles muestran que al pasado 15 de marzo se habían comercializado 36,2 millones de toneladas de soja 2021/22, una cifra equivalente al 82,4% de la cosecha calculada por la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación. Un año atrás esa proporción era del 87,4% Y dos años atrás del 85,4%.
El que aprovechó la oportunidad ofrecida por el mercado es Brasil, que en el primer trimestre de este año –según datos de la Asociación Nacional de Exportadores de Cereales (Anec)– va camino a embarcar 4,47 millones de toneladas de harina de soja, mientras que la Argentina, según datos provenientes de las Declaraciones Juradas de Ventas Externas (DJVE) de harina de soja, exportaría 3,28 millones de toneladas en ese mismo período.
La venta cayó porque los productores argentinos pude. Mucho dinero por algo que hay en todas partes por eso 3l mundo le deja de comprar a la Argentina porque la mayoría de los productores quieren un dinero que no les van a pagar sale más barato comprar soja en 2l continente africano o asia , Australia es el otro gran productor y no generan inflación en dólares los productores argentinos son los que provocan inflación en dólares eso el departamento ESTADO del gobierno EEUU por eso le baja el precio a los productores argentinos y EEUU sabe que la bolsa de cereales argentina provee de dólares al narcotráfico internacional