Una habitual “receta” comercial argentina está siendo empleada por un gigante agroindustrial en EE.UU. con el propósito de incentivar la originación de soja en una campaña por demás complicada.
La empresa estadounidense Archer-Daniels-Midland (ADM) empezó a ofrecer la posibilidad de recibir soja con la modalidad de “precio a fijar”, algo que para los “farmers” es completamente inusual en plena época de la oleaginosa.
ADM, según indica la agencia de noticia Reuters, acepta recibir soja en sus instalaciones en Decatur, Illinois, para habilitar un período de fijación de precio hasta septiembre de 2026. La operación permite ahorrar costos de almacenamiento.
La oferta, que es habitual en el mercado granario argentino pero extraña para la realidad estadounidense, refleja el particular momento que está atravesando el negocio de la soja en ese país.
Con precios decrecientes y costos de producción en alza, las empresas agrícolas de EE.UU. están necesitando cada vez más subsidios gubernamentales para poder ser viables.
No ayuda demasiado tampoco el hecho de que EE.UU., debido a la guerra comercial emprendida por el presidente Donald Trump contra China, se haya quedado afuera del principal mercado importador del poroto a nivel mundial.
Al factor económico se suma el creciente malestar político, que, además de la cuestión china, comprende también la ayuda financiera que el gobierno de EE.UU. está ofreciendo a la Argentina, un país competidor de EE.UU. en materia agroindustrial.