Argentina necesita dinamizar su agenda de relacionamiento externo para promover la concreción de tratados con los principales países y bloques económicos del mundo y lograr así posicionar de una mejor manera a sus productos y atraer inversiones.
Pero las negociaciones orientadas a lograr Tratados de Libre Comercio, como la han hecho ya Chile y Perú, por ejemplo, tardan no menos de un lustro. Y un documento del Instituto para las Negociaciones Agrícolas Internacionales (Fundación INAI) remarca que, en el mientras tanto, es indispensable encontrar soluciones alternativas para evitar el “rayo primarizador” aplicado por las naciones importadoras de productos agroindustriales.
¿De qué se trata? De la implementación de escalamientos arancelarios que busca incentivar el procesamiento y agregado de empleo local al facilitar el abastecimiento de materias primas importadas por medio del cobro de impuestos más bajos y encarecer con tributos más elevados las importaciones de productos con mayor grado de elaboración dentro de la misma cadena.
“Esta política es una de las más distorsivas y con mayores impactos negativos sobre los esfuerzos de los exportadores netos de alimentos como Argentina, que desean aumentar el grado de procesamiento de sus exportaciones”, apunta el trabajo del INAI.
Un ejemplo, que se puede ver en el siguiente cuadro, es lo que sucede con la cadena de valor del complejo sojero, en donde es posible visualizar que las principales naciones importadoras mantienen una estructura arancelaria con alícuotas que aumentan en la medida que los productos adquieren mayor nivel de procesamiento.
En general, se puede apreciar que se pasa de aranceles cero (0%) para la importación de productos sin industrialización a tasas que rondan entre 2% y 20% en productos con un primer nivel de transformación, y entre 5% y 31% para los de mayor de transformación. Los países que poseen el escalonamiento más marcado son Vietnam, Rusia y China.
INAI destaca que “sólo a través de acuerdos comerciales, se logra una verdadera reducción del ‘rayo primarizador’ a las que se ven afectadas nuestras exportaciones”.
“Sin embargo, en el actual estancamiento de las negociaciones tanto a nivel multilateral como regional, se requiere de medidas de corto plazo que se adecuen a las necesidades de diversos sectores. En este contexto, diferenciales arancelarios a la exportación, en momentos de persistencia de derechos de exportación, permiten compensar al menos en parte el efecto del escalonamiento arancelario de las contrapartes comerciales”, concluye el documento.
La actividad de la Fundación INAI es financiada por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, la Bolsa de Cereales de Córdoba, la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara), el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM), y la Federación de Centros y Entidades Gremiales de Acopiadores de Cereales.