Si bien los precios internacionales del maíz vienen “golpeadísimos” en los últimos meses, un informe que acaba de publicar la oficina del Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA) en Kiev podría complicar aún más el panorama del cereal.
Los técnicos del USDA en Ucrania revisaron la situación del maíz en ese país para considerar que el stock inicial del cereal en la campaña 2023/24 es en realidad de 4,20 millones de toneladas, mientras que el último informe oficial del USDA consideraba que era de 2,41 millones.
Por otra parte, también ajustaron al alza la proyección de cosecha porque esperan ahora 30,6 millones de toneladas de maíz ucraniano en 2023/24, cuando el USDA oficialmente consideraba que esa cifra sería de 28,0 millones.
En ese marco, el equipo del USDA en Kiev señala que la oferta exportable potencial de maíz ucraniano en 2023/24 sería de 24,7 millones de toneladas versus una estimación oficial del USDA de 19,5 millones.
De todas maneras, el informe del USDA aclara que, más allá del ajuste de las cifras, la cuestión clave será seguir de cerca la cuestión logística, dado que la capacidad exportadora ucraniana mermó de manera notable luego de que Rusia suspendiera desde julio pasado su participación en el “corredor granario”, por medio del cual los ucranianos podían embarcar productos agroindustriales desde los puertos del Mar Negro.
“Estas estimaciones pueden actualizarse en función de los cambios en la capacidad total de exportación de productos agrícolas de Ucrania en el transcurso del próximo año. El principal factor que podría causar una reducción de dicha capacidad son los ataques con drones y misiles por parte de Rusia a la infraestructura de almacenamiento, puertos y transbordo de Ucrania”, aclara el informe del USDA:
Las exportaciones de maíz, luego de la suspensión del “corredor granario”, se realizan por medio de los puertos localizados en el río Danubio o bien por ferrocarril o camión hacia la Unión Europea, ya sea como destino final en ese territorio o bien como paso por el mismo para ser reenviado hacia otros destinos.
Para complicar más la cuestión, Polonia, Eslovaquia y Hungría siguen implementando restricciones para evitar la comercialización de productos agroindustriales ucranianos en sus territorios a pesar de que la Comisión Europea ordenó levantar el bloqueo comercial instrumentado en el primer semestre de este año.
Esas dificultades logísticas contribuyen a reducir los valores FOB del maíz ucraniano, lo que contribuye a mantener deprimido los precios internacionales del cereal.