El alza impresionante registrada por los futuros de aceite de soja en el CME Group (“Chicago”) en las últimas jornadas puede resumirse en el gráfico de evolución de uso de materias primas empleadas para elaborar biodiésel en EE.UU.
El gráfico en cuestión, elaborado por la analista estadounidense Susan Stroud en base a datos oficiales, muestra que en los últimos tres años el aceite de soja como fuente de elaboración de biodiésel en EE.UU. quedó relegado por materias primas importadas, tales como el aceite de cocina usado proveniente de China, el sebo bovino de Australia y Sudamérica y el aceite de colza de Canadá.
La Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. (EPA) propuso un mandato de uso interno de biodiésel de 5610 millones de galones para 2026 versus 3350 millones previstos para este año, mientras que para 2027 la misma crecería a 5860 millones.
Además, EPA propuso reducir los incentivos fiscales tanto al biodiésel importado como a las materias primas importadas empleadas para elaborar el biocombustible en territorio estadounidense. Lo que suceda al respecto se está debatiendo en estas horas en el Senado de EE.UU.
La Ley de Reducción de la Inflación (IRA, por sus siglas en inglés), vigente desde 2022, dispuso extender el crédito fiscal de 1,0 dólar por galón para mezcladores de biodiésel (40A) y creó un crédito fiscal de 1,75 dólares por galón para combustibles de aviación sostenibles o SAF (40B), pero también determinó que a partir de 2025 ambos serían integrados en un nuevo régimen denominado 45Z.
La cuestión es que la reglamentación del régimen 45Z quedó inconclusa al finalizar el mandato de Joe Biden y no fue prontamente resuelta por Donald Trump al asumir en enero pasado, lo que generó dudas sobre la continuidad de los estímulos fiscales destinados al sector de biocombustibles.
Finalmente, Trump presentó una iniciativa legislativa integral –denominada “proyecto único, grande y hermoso”– que contiene un capítulo dedicado al régimen de promoción de biocombustibles, el cual propone extender hasta 2031.
El Comité de Finanzas del Senado propuso reducir en un 20% los incentivos fiscales para biocombustibles elaborados con materias primas importadas, lo que contribuiría a evitar el ingreso de aceite de cocina usado y sebo bovino. Se especula que el aceite de colza canadiense podría eventualmente quedar exceptuado de esa restricción, lo que motivó alzas considerables en los futuros del producto canadiense negociados en el mercado ICE.
La medida, una vez aprobada, promovería el consumo interno de aceite de soja en EE.UU. destinado a la elaboración de biodiésel, lo que explica la fase alcista reciente registrada por los futuros de aceite de soja en Chicago, especialmente por aquellos correspondientes al año 2026.
El contrato Aceite de Soja Enero 2026 del CME cerró este martes en un valor promedio de 1222,6 u$s/tonelada, lo que implica una suba en la última semana de 14,2%.