¿Quién define que un té es bueno o malo? Pues seguramente los ingleses en Londres, que manejan ese negocio desde las épocas de las colonias. ¿Y quién dice que un grano de soja es apto para hacer un buen aceite? Últimamente los chinos, que son los que importan cerca de 100 millones de toneladas de ese cultivo y son cada vez más exigentes. Finalmente los productos del agro, más temprano que tarde, son clasificados por ciertos parámetros de calidad, que luego definen su suerte en el mercado y los precios que cobran las cadenas productivas.
En el caso del algodón, un cultivo téxtil que también ha sido clave para la humanidad, existe una organización llamada ICA Bremen, que se define como “un centro internacional de excelencia para pruebas, investigación, formación de calidad y certificación de algodón. Fue fundada en octubre de 2011, por la Asociación Internacional del Algodón e instituciones históricas especializados en calidad ubicadas justamente en Bremen, ciudad de Alemania. Ese Instituto y el USDA (Departamento de Agricultura de Estados Unidos) son las dos únicas autoridades de clasificación del algodón a escala global. Es una especie de árbitro a escala global.
Sabido esto, un motivo de fuerte orgullo entre los santafesinos es que en el Parque Industrial de Reconquista, al norte de la provincia, se levanta un laboratorio de Análisis de calidad de fibra de algodónuq eha superado las duras exigencias de ICA Bremen, y que por lo tanto ha sido autorizado a llevar a cabo en la Argentina los mismos y estrictos análisis que se realizan en al sede central de Bremen.
El laboratorio, montado por la Asociación para la Promoción de la Producción Algodonera (APPA), es único en el país porque cuenta con equipos de altísima tecnología únicos en el país, que realizan todo tipo de análisis de calidad sobre la fibra del algodón: uno pone allí dentro un capullo y le salen múltiples resultados que definen con extrema justeza su calidad.
El laboratorio argentino, es el número 12 de los existentes en todo el mundo que han sido habilitados por ICA Bremen para aplicar sus protocolos y actuar en su nombre, es decir para extender a los operadores del negocio algodonero este sello. En resumen, está en condiciones de analizar y calificar los estándares de calidad de la fibra de algodón, ofreciendo al usuario un aval con validez legal e internacional sobre cada uno de los análisis.
“Para todo lo que sea testeo de fibra, de telas, de hilado, en este caso fibra algodón, hay normativas adicionales para lo que es el manejo de un equipo HVI. Todas esas normativas internacionales se tienen que cumplir en simultáneo en el laboratorio que es certificado, y ahí es donde está el respaldo, la transparencia y la precisión. También nos da la posibilidad de ser laboratorio o árbitro, si hubiera una disputa de calidad de fibra entre dos usuarios”, explicó a Bichos de Campo Nicolás Buyatti director del laboratorio.
Mire la entrevista completa aquí.
El especialista local continuó explicando que con dicha homologación el laboratorio también tiene la prerrogativa para auditar a otros laboratorios que hacen un proceso de análisis riguroso, pero que no alcanzan las condiciones para ser certificados por un centro de excelencia como ICA Bremen.
Con este logro APPA hace realidad una de sus principales políticas respecto a la fiabilidad del algodón argentino a nivel global. Frente a los países asiáticos e incluso frente al vecino Brasil, la Argentina es un productor marginal de algodón, con algo más de medio millón de hectáreas implantadas y unas 200/ 300 mil toneladas de fibra de algodón. Pero como su producción exceden largamente el consumo doméstico, tiene chances de convertirse en un país exportador. Además todos coinciden que su fibra es de buena calidad, y por eso debería recibir buenos precios en el mercad internacional. Pero, claro, eso debería ser demostrado.
-Finalmente con todo este aval ¿El laboratorio cuenta con los mecanismos para medir la fibra de algodón a través de un sistema de calificación más confiable para el comercio algodonero?
-Por supuesto, el comercio algodonero, tanto local como internacional, no deja de ser un circuito de confianza. Cuanto más confianza, más transparencia se le pueda mostrar al mercado es mejor. Y bueno, es una de esas bondades que le hemos dado con esta certificación del algodón de la Argentina.
-¿Cuáles son los beneficios para el algodón argentino?
-Se benefició muchísimo a nuestro algodón. Ahora definitivamente puede jugar en las ligas mayores, independientemente de la calidad que se obtenga. Hay años buenos, años malos, pero la calidad que se va a medir, o sea, los resultados que salen de acá, expresan el 100% de la verdad.
¿Y que se mide exactamente en el laboratorio? ¿Cuáles son los parámetros que definen la calidad de la fibra? “Este equipo (HVI) es capaz de medir 16 factores diferentes de la fibra. Básicamente en el comercio lo que se busca son parámetros mecánicos, es decir la finura de fibra, longitud de la fibra, elasticidad. Se mide el espesor, la finura de fibra y la madurez, explicó Buyatti.
Por otra parte, según detalló el especialista, se hacen análisis desde el punto de vista visual. “Se evalúa la parte óptica que es el color y la distribución de amarillez, o sea, cuán amarilla es la fibra y cuán brillante. Lo que el mundo busca es blanco brillante. Luego la parte de contenido de materia extraña o contaminación digital o índice de basura, que es toda la pimienta o la hojita, o todo lo que pueda parecer que no sea fibra”.
-Recién después de sometida a este estricto análisis la fibra de algodón obtiene una calificación a nivel internacional?
–Sí. Y todo eso en velocidad récord para analizar una muestra. Nosotros trabajamos con un método de doble pasada, le hacemos doble análisis a cada uno. Se analizan esos 16 factores en más o menos 30 segundos, es rapidísimo. Y otra de las cosas de que acarreó también haber estado certificado por ICA Bremen, es que a todos los usuarios que analizan con nosotros no se les vuelven a pedir el paquete de muestras. El algodón, al ser un commoditie, cotiza segundo a segundo en la bolsa. Entonces, cuanto más rápido el negocio es mejor. Por eso la velocidad de estos equipos.
-El laboratorio no es una iniciativa solo privada. ¿Cómo está conformada su estructura?
-Está conformada por 19 representantes de la cadena algodonera y entre las distintas líneas de acción que tiene la APPA, tiene este laboratorio funcionando desde 2017 y recientemente certificado. APPA apuntó desde el primer momento a cambiar, transparentar y a revertir un poco esto que ocurrió en el exterior, que es de tener una mejor imagen y a través de la transparencia decir que el algodón argentino sea sinónimo de calidad.
-¿Sin estos avales era más difícil posicionar al algodón argentino en el mercado mundial?
– Sí, el mundo actual no acepta otra cosa que no sea el análisis por instrumento en todos los países. Eso es lo que se buscó en este sentido, un análisis repetible, alineado a estándares internacionales con posibilidades de auditoría. En los países donde se realiza todavía la comercialización por clasificación manual o visual, hay una barrera que después en el exterior se le hace el análisis. HVI sí o sí en un laboratorio de estos.