La tercera edición del régimen cambiario del “dólar soja” –tal como advirtió oportunamente Bichos de Campo– nació con problemas de origen y, si no se modifica, va camino al fracaso.
Para que el “dólar soja”, una devaluación sectorial por tiempo limitado, resulte exitosa es indispensable un “shock” inicial de ingreso de divisas que promueva una baja del valor del dólar negociado en el mercado bursátil argentino (MEP), para que así los precios ofrecidos en pesos por la oleaginosa aumenten medidos en dólares reales (no en los dólares ficticios del tipo de cambio oficial).
Eso fue precisamente lo que ocurrió en la primera edición del “dólar soja” –realizada en septiembre de 2022– que, no casualmente, fue la más exitosa. Durante el mes de diciembre, en la segunda edición del régimen, el dólar MEP, lejos de caer, subió, y las industrias aceiteras tuvieron que salir a aumentar considerablemente los precios ofrecidos para incentivar ventas.
Nos encontramos en pleno inicio del “dólar soja 3” y el tipo de cambio MEP muestra una tendencia creciente, al tiempo que la industria aceitera se muestra reticente a incrementar los valores ofrecidos en pesos para incentivar órdenes de venta.
En ese contexto, la “soja billete”, es decir, cuántos dólares reales quedan en la mano del productor al vender el poroto, se encuentra en torno a los 258 u$s/tonelada luego de haber registrado más de 270 u$s/tonelada poco antes del inicio del “dólar soja 3”.
Podrá decirse que los valores actuales son sustancialmente superiores a los 230 u$s/tonelada presentes a fines de marzo pasado, pero esa no es la “cuenta” que hace la mayor parte de los productores argentinos, quienes recuerdan muy bien los más de 300 u$s/tonelada logrados durante la segunda edición del “dólar soja”.
Las divisas ingresadas hasta el momento por la industria aceitera en el marco del “dólar soja 3” representan un volumen muy superior al efectivamente negociado de poroto en el mercado argentino. En otras palabras: el sector agroindustrial está financiando al Banco Central (BCRA) con la esperanza de poder originar en las próximas semanas la mercadería que permita justificar los pesos obtenidos a un tipo de cambio especial de 300 $/u$s.
Si bien falta bastante para que expire el “dólar soja 3”, que finaliza el próximo 31 de mayo, se trata de mucho dinero para dejar en manos de una “esperanza”, especialmente en un escenario de desastre climático e incertidumbre cambiaria.
El denominado “dólar bolsa” o “dólar MEP” se obtiene al comprar un bono argentino en pesos que posteriormente es transformado en otro bono similar en dólares. Se trata de una operación realizada dentro del mercado argentino.
¿Por qué ingresaron más de 800 M/u$s con el “dólar soja 3” con tan pocas ventas de soja?