Hoy se realizó el Agricultural Outlook Forum del USDA, el evento anual en el cual el Departamento de Agricultura de EE.UU. anticipa, con un trazo muy “grueso”, las tendencias de la campaña agrícola estadounidense 2022/23.
La principal sorpresa es que el USDA proyectó un incremento del área de soja que, con rendimientos tan buenos como los registrados en la campaña pasada, permitirían –según la proyección preliminar– lograr una cosechón de 122,1 millones de toneladas. Se trata una cifra superior a los 120,7 millones obtenidos en 2020/21 y los 114,7 millones logrados en 2020/21.
El procesamiento de soja en EE.UU. sería de 61,2 millones de toneladas versus 60,2 y 58,2 millones en 2021/22 y 2020/21 respectivamente. Buena parte del crecimiento se origina en la necesidad de atender el uso creciente de biodiésel –elaborado con aceite de soja– que está encarando EE.UU. para descarbonizar su matriz energética.
Con esos números, por demás optimistas, el documento del USDA asegura que en 2022/23 EE.UU. lograría exportar 58,5 millones de toneladas de soja, una cifra superior a la oferta exportable de 55,7 millones de toneladas prevista para 2021/22.
Con respecto a las proyecciones de maíz estadounidense 2022/24, la “película” es parecida. Si bien el USDA espera un área de siembra menor a la registrada en 2021/22, considera que están dadas las condiciones –vaya a saber cómo– para lograr rendimientos espectaculares que permitan alcanzar un cosechón de 387,1 millones de toneladas, una cifra mayor a los 383,9 millones logrados en el ciclo anterior.
El informe del USDA, si bien podría considerarse “ciencia ficción” porque faltan semanas para el inicio de la siembra de los mismos, contribuyó a introducir un factor bajista en un mercado recalentado por la sorpresiva invasión de Ucrania por parte de Rusia.
Así fue como, si bien los precios del trigo y del aceite de soja terminaron muy firmes en el CME Group, los valores de la harina de soja cerraron finalmente con bajas intradiarias que afectaron las cotizaciones del poroto de soja. En cuanto al maíz, el informe del USDA logró que, luego de una suba inicial que alcanzó el límite máximo de operación diario, terminara con las horas desinflándose, aunque los valores permanecieron en terreno positivo en lo que respecta a las posiciones más cercanas.