Este lunes los precios de los futuros de commodities agroindustriales registraron importantes caídas en línea con factores climáticos, económicos y geopolíticos.
Administradores de fondos corporativos y de inversión redujeron posiciones en futuros de materias primas ante el creciente riesgo geopolítico presente en Medio Oriente y Taiwán.
El recrudecimiento de las tensiones entre Israel y las naciones islámicas de Medio Oriente representa una amenaza constante para el Canal de Suez, una de las “arterias” globales esenciales para el comercio internacional de commodities.
La situación en Asia sigue siendo por demás compleja. China lanzó maniobras militares alrededor de Taiwán, con un gran despliegue de aviones y barcos para rodear la isla, al tiempo que el gobierno taiwanés movilizó a sus fuerzas militares y prometió responder en caso de una agresión.
Las noticias relativas a las intenciones del gobierno de Xi Jinping de anexar a la isla de Taiwán –una nación democrática– son cada vez más recurrentes y firmes. EE.UU., si bien en términos diplomáticos mantiene el criterio de “una sola China”, en los hechos aprovisiona de armamento al gobierno taiwanés para hacer frente a una posible invasión.
Adicionalmente China, la nación que explica buena parte del auge de la demanda mundial de materias primas, sigue mostrando indicadores económicos poco auspiciosos, como es el caso de la caída abrupta del índice Hang Seng de Hong Kong, el cual, luego de “inflarse” ante el anuncio del paquete de estímulo financiero implementado por las autoridades económicas del gobierno chino, registró una toma de ganancias inmediata y no volvió a recuperarse.
En lo que respecta a los factores intrínsecos del mercado agrícola, una recomposición generalizada de la humedad en Sudamérica representa una variable bajista en lo inmediato.
El único producto que en el CME Group (“Chicago”) logró zafar de la baja generalizada de precios este lunes fue la harina de soja, lo que se explica porque muchos importadores están prefiriendo originar esa mercadería en EE.UU.
Si bien la Argentina es tradicionalmente el primer exportador global de harina de soja, una bajante histórica en el río Paraná, donde se ubica la Hidrovía –el mayor completo agroexportador del país–, viene complicando hace semanas el embarque de productos agroindustriales.