Una amenaza para el sector agroindustrial argentino –y del Mercosur en general– se está gestando en el marco de las negociaciones bilaterales que la administración de Donald Trump realiza con países asiáticos.
Las autoridades del gobierno de Bangladesh firmaron este martes un acuerdo en el cual se comprometen a importar poroto y harina de soja en el transcurso del próximo año por un valor de 1250 millones de dólares con el objetivo de obtener un arancel reducido del 20% para ingresar productos a EE.UU. en lugar del 35% anunciado inicialmente por el presidente Donald Trump para esa nación.
Es decir: se trata –como muchos otros– de un “acuerdo” comercial gestado a partir de una amenaza asimétrica, lo que representa una metodología injusta e impropia, ya que impide que otros proveedores más competitivos puedan acceder a ese mercado por méritos propios.
Corporaciones de la industria oleaginosa de Bangladesh, entre las cuales se incluyen Meghna Group of Industries, City Group, Delta Agrofood Industries Ltd., Mahbub Group y KGS Group, firmaron en la ciudad de Daca cartas de intención con US Soybean Export Council (USSEC) para incrementar sus compras de soja y harina de soja estadounidense durante los próximos doce meses.
En el año 2024 EE.UU. había exportado poroto y harina de soja a Bangladesh por 370,8 millones de dólares, así que el acuerdo firmado hoy representa una gran noticias para el complejo oleaginoso estadounidense.
“La cadena de valor de la soja de Bangladesh ha firmado un acuerdo histórico que abre nuevas oportunidades de colaboración entre las industrias bangladesíes y la soja estadounidense”, afirmó Jim Sutter, director ejecutivo de USSEC, por medio de un comunicado.
“Nuestra soja desempeña un papel fundamental en los sistemas alimentarios mundiales, proporcionando nutrición y seguridad alimentaria a nivel internacional”, añadió.
En julio pasado las autoridades del gobierno de Bangladesh habían firmado otro “acuerdo” en el cual se comprometieron a importar 700.000 toneladas de trigo de EE.UU. durante los próximos cinco años. En esa instancia intervino el Ministerio de Alimentación de Bangladesh y U.S. Wheat Associates.





