La campaña de granos gruesos argentina 2022/23 se encuentra en un estado desesperante y es muy probable que –debido a las turbulencias presentes en el diferentes ámbitos del orden global– eso aún no esté del todo reflejado en los precios internacionales de la soja y el maíz.
Un modelo desarrollado por INTA, que muestra una estimación del nivel de agua en el suelo con respecto al máximo posible en los dos primeros metros de profundidad –el horizonte de exploración de las plantas– muestra que la situación, a pocos días de la finalización del año 2022, sigue siendo dramática en la mayor parte de la zona pampeana argentina.
Si bien algunos sectores no se “enteraron” de la sequía, como es el caso de buena parte de la región oeste bonaerense y el noreste entrerriano, muchas zonas clave para la conformación de la producción final de granos gruesos la están pasando muy mal.
Jorge Mercau, técnico de la Agencia de Extensión de INTA San Luis, mostró en redes sociales la enorme diferencia de situaciones que, para esta misma fecha, presentaba el balance hídrico de la zona pampeana en 2021 y 2020.
Basta mirar los tres gráficos para advertir que la matriz de oferta y demanda global de granos gruesos en 2022/23 estará muy afectada por la destrucción de buena parte de la cosecha esperada en la Argentina.
Es muy probable que el escenario productivo final sea similar al de alguna de las tres últimas tres grandes sequías experimentadas por la Argentina: 2017/18, donde la cosecha de soja fue de 37,7 millones de toneladas, 2011/12 (40,0 millones) o bien 2007/08 (30,9 millones).
Si bien en los últimos años el avance genético y la generación de conocimiento agronómico permitió resistir con mucha más entereza el impacto de los déficits hídricos, la realidad es que no se puede hacer “magia” cuando está todo lo necesario para lograr un gran cultivo pero falta agua.
El modelo de balance hídrico, desarrollado por el Área de Observatorio Permanente de los Agroecosistemas del Instituto de Clima y Agua (CIRN-INTA), estima cada diez días el porcentaje de agua útil en el suelo a partir de información de suelos, climática y satelital.
El producto, que se encuentra en fase experimental, emplea como insumos la precipitación acumulada mediante datos diarios registrados en las estaciones meteorológicas del INTA y del Servicio Meteorológico Nacional, la evapotranspiración real acumulada a partir del modelo generado en el Instituto de Clima y Agua con imágenes del satélite Suomi NPP-VIIRS y la capacidad de retención de agua útil de los suelos del área de acuerdo a su textura, para lo cual se consideran valores propuestos por diferentes investigadores.
Tremendo🤦♂️#Agua2m al 20 dic 2022.
Es un modelo, tiene error, más ahora q simula el agotamiento d agua útil (en barbecho seguro subestima, por como calcula).
Pero, la diferencia respecto a dic 2021 y 2020 es abismal
…el mismo q enfrenta #Agro 🇦🇷
🤞🌧️ pic.twitter.com/CMDLQuZzIT— Jorge Mercau 🇦🇷 (@JorgeLMercau) December 22, 2022