Vecinos de la ciudad bonaerense de Lincoln se asustaron al encontrar un caracol gigante y creyeron que se trataba del dañino Achatina fulica o Lissachatina fulica, más conocido caracol gigante africano. Pero técnicos del Centro Regional Buenos Aires Norte del Senasa, luego de estudiar al ejemplar, indicaron que corresponde al caracol blanco (Megalobulimus sp.), que no presenta riesgo.
“Dentro de la fauna de moluscos nativos de la Argentina, el caracol blanco es una de las de mayor tamaño, alcanzando los 10,5 centímetros de longitud y suele confundirse frecuentemente con el caracol gigante africano principalmente por su similitud de forma y tamaño de la conchilla”, indicó el Senasa.
“Es importante saber que esta especie posee características biológicas muy distintas al caracol gigante africano, principalmente en cuanto a su potencial reproductivo, ya que el caracol blanco ovipone en promedio 2 a 3 huevos por año, en comparación con el caracol africano que puede llegar a oviponer hasta 1000 huevos al año”, añadió.
El último alerta de presencia de caracoles gigantes africanos se registró a fines del año pasado en Eldorado, Misiones, donde técnicos del Senasa lograron capturar 15 ejemplares de la plaga para prevenir su dispersión.
La primera aparición de esta especie en la Argentina tuvo lugar en Puerto Iguazú Misiones en diciembre de 2010 y posteriormente se detectó también en la provincia de Corrientes, siendo ambas jurisdicciones las únicas en las cuales se registraron casos de la plaga hasta el momento.
El caracol gigante africano es considerado una plaga gracias a su capacidad de reproducción y porque puede llegar a producir graves daños en ecosistemas y cultivos tropicales. Asimismo, puede ser portador de distintas enfermedades por lo que se recomienda no tocarlos.
En 2020 el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación declaró al caracol gigante africano dañino y perjudicial para la conservación de la biodiversidad, las actividades productivas y la salud humana por ser una especie exótica invasora y hospedadora de nematodes potenciales causantes de enfermedades zoonóticas.