Las fuerzas de seguridad que trabajan en la frontera del norte de la Argentina deben hacer frente a un nuevo y peligroso enemigo: los microcontrabadistas de granos que buscan cruzar el río Paraná para vender soja y maíz libres de derechos de exportación y “retenciones cambiarias”.
En los primeros seis meses de 2021 agentes de Gendarmería y Prefectura Naval detuvo a 203 personas que intentaron cruzar a Paraguay 5455 toneladas de soja y maíz, una cifra que representa el 0,005% de la producción argentina de ambos granos.
“El giro que la ministra (de Seguridad) Sabina Frederic dio respecto de la inacción del Estado entre 2015 y 2019 en relación con el contrabando implicó que las Fuerzas de Seguridad Federales volvieran a cumplir una función crucial y obligatoria: la neutralización del tráfico ilegal de granos, práctica que afecta a múltiples áreas del espacio social y de la estructura del Estado”, apunta un comunicado oficial.
Así fue como, además de destinar recursos a combatir el narcotráfico –cuyo poder se extiende año tras año por muchas ciudades y regiones argentinas–, las fuerzas de seguridad ahora tienen el desafío de enfrentar a un enemigo mucho más sagaz y peligroso: los microcontrabandistas de granos.
“Además de operativos como el desarrollado por la Gendarmería, la Prefectura Naval viene incautando pequeñas cantidades de granos que son escondidas en zonas costeras para ser contrabandeados hacia fuera del país. Si se suman estos procedimientos de volúmenes menores, prácticamente todas las semanas la Prefectura decomisa toneladas de granos dispuestas sobre el río Uruguay y Paraná para su exportación ilegal”, alerta el comunicado.
Está claro que el gobierno de Alberto Fernández tiene claro quién es el enemigo del Estado con mayor capacidad de hacer daño y, en consecuencia, decide poner a las fuerzas de seguridad al combate de esa amenaza contra las bases constitutivas de la Nación.
“El cambio de paradigma impulsado por Frederic demuestra resultados efectivos contra las grandes redes de comercialización ilegal e irregular, las cuales poseen la capacidad, capital e infraestructura para movilizar cantidades de granos. Estos resultados, finalmente, impiden que estas organizaciones delictivas obtengan las ganancias que persiguen, fin último de estas formas de operaciones clandestinas”, asegura el comunicado oficial.