Por Matías Longoni.-
“Es la primera en la historia que se pronuncian de este modo todos los directores”, me dice quien me entrega una copia de la carta que este martes firmaron todos, y digo todos, los máximos de las catorce Regionales y los seis Centros de Investigación que componen el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).
En la carta, las capas de conducción intermedia sacan pecho ante las posibilidades de un fuerte ajuste del personal en ese organismo.
“Ante la preocupación generada a partir del informe del Ministerio de Modernización sobre el INTA, en el marco de un Programa de Relevamiento de Dotaciones, del cual se deduce la necesidad de reducir la planta de Recursos Humanos de nuestra Institución, creemos conveniente y oportuno plantear no sólo nuestra discrepancia con dicho informe, sino también dejar constancia de otras cuestiones importantes”, dicen los directores.
La misiva está dirigida al director nacional de ese organismo tecnológico, Héctor Espina. pero se supone que debería escalar posiciones rápidamente: primero al presidente del INTA, Amado Nicora (prácticamente ido del cargo desde el anunciado reemplazo del ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile); luego al nuevo ministro del área, Luis Miguel Etchevehere; más tarde al jefe de Gabinete, Marcos Peña; y así, hasta llegar a manos del Presidente Mauricio Macri.
Va el texto completo:
“Si hay algo de lo que el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria puede dar, día a día, sobradas pruebas es de:
- La trayectoria a lo largo de 61 años y la capacidad institucional para dar respuesta a los grandes desafíos que nos impone un mundo en constante cambio.
- El compromiso de cada uno de sus trabajadores para mejoran la producción agropecuaria y su integración a las cadenas de valor, generando seguridad y soberanía alimentaria, mejores ingresos a los productores, arraigo rural y desarrollo a las comunidades.
Sin embargo, para hacer nuestra contribución a uno de los grandes desafíos del Gobierno Nacional, que es transitar el camino hacia la POBREZA CERO y a la vez, ser el supermercado del mundo, necesitamos un INTA con un presupuesto acorde y a la altura de esos desafíos. Eso lo lograremos con todos sus trabajadores en sus puestos de trabajo, quienes a lo largo y a lo ancho del país, mantenemos día a día el compromiso con nuestra institución en los distintos espacios: consejos regionales, estaciones experimentales agropecuarias, institutos de investigación, huertas comunitarias, laboratorios, mesas de desarrollo rural, agencias de extensión, administraciones, oficinas técnicas, bibliotecas, estudios de grabación y de radio, campos experimentales, consejos asesores locales, entre otros.
Un INTA con menos personal y sin un presupuesto acorde no podrá cumplir con los grandes desafíos que se trazó en su Plan Estratégico Institucional 2015-2030, aprobado por nuestro Consejo Directivo Nacional.
Desde los Centros que representamos, queremos seguir acompañando a todos los productores, sus asociaciones y demás organizaciones del territorio, con excelencia, innovación y profesionalismo. Como institución, y como trabajadores del INTA, nos reconocemos parte de una gran red de articulación junto a asociaciones de productores, universidades, municipios, escuelas, empresas agropecuarias y de servicios, que se sostiene gracias a la importante presencia y cobertura territorial en la que desarrollamos nuestra tarea.
Queremos hacer llegar estas palabras a las autoridades nacionales del INTA, y a todos aquellos que con su decisión contribuyen a tomar las mejores decisiones para nuestra Argentina”.
Firman la carta los directores de todos los Centros Regionales y de los Centros de Investigación de Agroindustria; en Ciencias Veterinarias y Agronómicas; de Investigaciones Agropecuarias; de Recursos Naturales; de Investigación y Desarrollo Tecnológico para la Agricultura Familiar; de Investigación en Ciencias Políticas, Económicas y Sociales.
Acuerdo plenamente con lo expuesto por los directores. Por otra parte coincido que si se recorta el presupuesto difícilmente podremos alcanzar los objetivos propuestos en los documentos de los ODS. Documentos que por otra parte hablan la necesidad de buscar consenso y dialogo entre los distintos sectores de la sociedad tanto públicos como privados.