Es 1° de Agosto y en muchas zonas de nuestro país se celebran rituales en homenaje a la Madre Tierra o Pacha Mama. Como primera medida se acostumbra beber tres sorbos de aguardiente de caña, con ruda macho, por sus propiedades curativas, para combatir el frío del invierno, que acecha a la vida. Luego, se celebra el ritual comunitario de cavar un pozo en la “Tierra” y ofrendarle a nuestra “Madre” todo aquello que esperaremos durante el año nos provea con mucha fertilidad. Por ejemplo, trigo, maíz, uvas, algodón, para que no nos falte la comida ni el abrigo.
Este homenaje a la “Tierra Madre” es un rito sagrado, que los civilizados no deberíamos perder, porque es sólo un acto simbólico. Símbolo significa “puente”, que nos lleva a pensar y sentir otra cosa, algo que está más allá del objeto simbólico. En este caso, a meditar en todo lo que debemos cuidar del “Medio Ambiente” o “Pachamama” para que “Nuestra Madre” nos pueda dar sus frutos durante todo el año.
Es una acción de gracias, de pedido, porque de la Tierra venimos y la Tierra volveremos. Podemos practicarlo con nuestros hijos en un jardín o en una maceta. Seguramente ellos no lo olvidarán jamás y al año siguiente nos pedirán que lo repitamos.
Les compartimos acá el video que circula en las redes, en el que el Padre -o Paí correntino-, Julián Zini, recitaba, ya muy viejito, su poema sobre la caña con ruda y la Pachamama.
La Tierra nos da por demás, pero la ambición y mezquindad humanas no tienen límites y hacen que sus frutos estén muy mal repartidos. ¡Salud para todos y que a ningún habitante de nuestro planeta le falte lo necesario para poder vivir dignamente!
El poeta León Benarós y don Carlos Di Fulvio, al pasar por la localidad de Herrera, en la provincia de Santiago del Estero, presenciaron la pobreza de Doña Maclovia, y les inspiró su reconocida chacarera. La queremos compartir con ustedes en este día tan especial.
A quienes quieran conocer más sobre la obra de don Carlos Di Fulvio, les dejamos este link, junto al gran guitarrista Pablo Alessia, porque permanentemente expresa la sabiduría de la Tierra, como lo hizo Yupanqui y tantos otros: