En la Argentina todos están hablando de la soja –gracias al “dólar soja”– sin advertir que se está produciendo una auténtica catástrofe con el maíz: los valores internos del cereal se están derrumbando a causa de un “combo” fatídico.
En el mercado internacional, además de la presión bajista generalizada que están experimentando los commodities, los valores FOB del maíz sudamericano se están cayendo “a pedazos” debido a que los productores tanto brasileños como argentinos están reteniendo soja para generar liquidez con el cereal.
El dato es que eso sucede en la “temporada baja” comercial del maíz sudamericano y que el fenómeno podría profundizarse durante la “temporada alta”, es decir, cuando comience la cosecha de maíz tardío en el próximo mes de junio.
El hecho de que se espera un crecimiento sustancial del área de siembra de maíz en EE.UU. no ayuda –por cierto– a ponderar el panorama bajista que enfrenta el cereal.
En el ámbito interno, la intervención de las Declaraciones Juradas de Ventas Externas (DJVE) instrumentada por el gobierno argentino fomenta la potencia del proceso bajista internacional.
Así es como el contrato Maíz Rosario Julio 2023 del Matba Rofex logró perforar ya cómodamente los 200 u$s/tonelada este jueves, una cifra lejana a los 236,5 u$s/tonelada que tenía apenas dos meses atrás.
El fenómeno es favorable para los usuarios de maíz, pero un problema enorme para los empresarios agrícolas, quienes deben, en muchos casos, vender maíz para poder abonar arrendamientos valorizados en soja, dado que el desastre climático barrió con la mayor parte de la cosecha prevista de la oleaginosa.
Adicionalmente, el “planchazo” del valor del maíz contribuye a licuar el capital de trabajo de las empresas agrícolas, algo que, si bien no resulta tan perjudicial para los empresarios profesionales que tienen buen manejo de la gestión financiera, representa un daño importante para los chacareros.
Este jueves la Bolsa de Cereales de Buenos Aires informó que ya se cosechó el 14,7% del área argentina de maíz comercial con un rendimiento medio que se encuentra en 41,1 qq/ha.
En el sector norte de la zona núcleo pampeana ya se recolectó el 51% del área con un rendimiento medio de 38,9 qq/ha, mientras que el sector sur de dicha zona se levantó el 44% con un rinde de 44,7 qq/ha.
En tanto, en el centro-este de Entre Ríos se cosechó casi un 30% con un rendimiento medio de apenas 20,5 qq/ha, mientras que en el centro-norte de Santa Fe, con un avance del 28%, el promedio se ubica hasta el momento en 20,0 qq/ha.
El norte de La Pampa y oeste de Buenos Aires, con el 20% del área apta cosechada hasta la fecha, logró un rinde medio de 63,3 qq/ha; un auténtico logro en la actual campaña marcada por penurias climáticas.
Buen momento para los feedlots. Lástima que te venden muy poco en blanco y es riesgoso stockearse, por la AFIP