Un buen ejercicio teórico realizó la Bolsa de Cereales de Córdoba en estos momentos en que el gobierno se frota las manos esperando las divisas que pueda llegar a genera el trigo. Todos festejan por anticipado una cosecha que será abultada pese a las pérdidas que el clima provocó en varias regiones. Se esperan algo más de 19 millones de toneladas del cereal, y se ese total podrían llegar a exportarse unos 12 o 13 millones de toneladas.
Bien, mientras todos festejan los analistas cordobeses se preguntaron: ¿Y qué sucede con los productores de trigo de la provincia? ¿Tienen también motivos para festejar?
El análisis se basa en los números proyectados para la presente campaña 2018/19. Se mezclan ingresos previstos con gastos realizados y surge un margen bruto, que en el promedio de la provincia de Córdoba (la segunda mayor productora de trigo después de Buenos Aires) sería de 84 dólares por hectárea. Esto, aclaremos de entrada, es para productores que hayan sembrado trigo en su propio campo. Es decir, no incluye el costo de un arrendamiento.
Esos 84 dólares por hectárea, en definitiva, representan un margen bruto inferior en 4% al que se había logrado en la campaña anterior. Es eso lo que resulta del estudio de la Bolsa cordobesa.
“Si bien el precio a cosecha crecería 29 dólares por tonelada, el mismo sería contrarrestado por una caída en el rendimiento como consecuencia de precipitaciones por debajo de la media que afectaron al cultivo durante su período crítico”, se aclaró en el trabajo, que toma para toda la provincia un rendimiento promedio de 25 quintales de trigo por hectárea, esto es de 8,5 quintales menos que en el ciclo anterior.
¿Que otra cosa cambió respecto del ciclo 2017/18? El año pasado, los productores de Córdoba no tributaban retenciones por el trigo, que ahora volvieron a estar vigentes en un nivel de 4 pesos por dólar exportador. Esto deprime los valores internos del cereal entre 10 y 11%.
En ese sentido, los productores de trigo no tienen casi nada por festejar, porque “de no existir los derechos de exportación que se aplican al cereal desde comienzos de septiembre de 2018 el margen bruto hubiera sido de 134 dólares por hectárea, es decir, 50 dólares por hectárea más” que el finalmente se estima en el nuevo escenario.
Eso era en el margen bruto. Aclara la Bolsa de Cereales de Córdoba que “el margen neto, que contempla los gatos de estructura, sería de 38 dólares por hectárea, registrando una variación positiva de 10 dólares por hectárea”.
“Como puede observarse, los gastos de comercialización y de estructura han caído debido a que están compuestos por variables cuyos precios se determinan en el mercado interno y se encuentran influenciados por otros factores ajenos al mercado internacional, por lo que el incremento en el tipo de cambio ha hecho disminuir el valor en dólares de estos”, se explicó.