Mariano Lattari es biólogo y se desempeña dentro de la Dirección de Estrategias y análisis de Riesgo del SENASA. En su opinión, no hay que demonizar ni tener posturas fundamentalistas respecto del uso de agroquímicos o bioinsumos, sino más bien pensarlas como herramientas que hay que utilizarlas muy a conciencia, en el marco de las buenas prácticas.
El debate se viene dando en los últimos años debido al creciente interés de las empresas, que se vuelven cada vez más exigente con la elaboración de bioproductos, tanto para el sector de producción vegetal, como para el de producción animal.
“Están creciendo segmentos que hace años ni siquiera existían, o tenían un crecimiento insipiente como los productos biológicos para la sanitización y para el tratamiento de fluentes”, comenta el biólogo.
MIrá la entrevista a Mariano Lattari:
-¿Cuál es la importancia que revisten este tipo de insumos para el SENASA?
-Como toda tecnología vinculada al sector agropecuario, tiene sus pro y sus contras. El SENASA debe abordarlas como organismo fiscalizador y rector de la sanidad, inocuidad y calidad de los alimentos. Destacando las virtudes, tiene innumerables. Desde la inocuidad, sabemos que la utilización de productos biológicos permite mantener, e incluso conquistar, mercados cada vez más exigentes. Desde la sanidad, por tratarse de productos que son preexistentes, que están en la naturaleza, contribuye muchísimo a la “sustentabilidad”, una palabra que afortunadamente escuchamos con mucha asiduidad en los últimos tiempos.
-¿Qué es un sistema productivo sustentable?
-Definiciones vamos a encontrar muchas, pero esencialmente es un sistema que aborda de forma interdependiente y ponderando en la misma importancia la dimensión económica, la dimensión social y la ambiental. Si una de esas dimensiones se ve disminuida o perjudicada no podemos hablar de sustentabilidad.
-Decís que los bioinsumos ayudan a conquistar nuevos mercados, ¿Cuál es el rol del SENASA en esa articulación pública-privada y qué es lo que falta?
-El SENASA articula particularmente desde el marco regulatorio, trazando las líneas en las cuales tiene que trabajar el sector, para que sea beneficioso tanto para la sociedad, que es la que va a consumir esos productos, como para el mercado. Tiene que haber beneficios de ambas partes. En cuanto a lo que falta, hay todo por hacer. Hay un paradigma que me parece que va a ponderar en los próximos años que es el de la bioeconomía donde, a partir de los recursos naturales, realizar un aprovechamiento en base al conocimiento científico-tecnológico nos va a permitir desarrollarnos como país.
-Esto de los bioinsumos es algo tan nuevo que cambia año a año. ¿Qué actualizaciones hubo este año? ¿En qué se basa este marco regulatorio en que trabaja el SENASA?
-Sí, como bien has mencionado, se está trabajando en un marco regulatorio específico para bioinsumos. ¿Por qué específicos? Porque hoy, particularmente en lo que respecta a producción vegetal, tenés bioinsumos que se registran para el sector de la terapéutica, el sector de la fertilidad. Hoy lo que se quiere, insisto, desde la producción vegetal, es un marco regulatorio que este aggiornado a los tiempos y al paradigma tecnológico que conllevan los productos biológicos.