El gobierno esperó muy gentilmente que finalizara Expoagro y en plena siesta dominguera procedió a congelar la posibilidad de registrar embarques de harina y aceite de soja con el propósito de incrementar las alícuotas de los derechos de exportación de ambos productos.
A diferencia de lo que sucede con los cereales, cuyas exportaciones para el presente ciclo comercial 2021/22 ya se encuentran mayormente registradas y, por lo tanto, ya tienen fijado hace rato el precio a partir del cual se abona el derecho de exportación, en el caso de los productos del complejo sojero las declaraciones de ventas externas son mínimas.
A la fecha se declararon embarques 2021/22 de harina de soja por 3,86 millones de toneladas, mientras que en el ciclo anterior se habían registrado 26,7 millones. En el caso del aceite de soja, ya se declararon para 2021/22 embarques por 1,13 millones de toneladas versus 5,10 millones en la campaña anterior.
En principio, el propósito del gobierno nacional es llevar todas las alícuotas del complejo sojero al 33%, aunque no existe un marco legal vigente para que eso pueda suceder (habrá que ver luego cómo se las ingenian para instrumentarlo). En la actualidad la harina y el aceite de soja en bruto tributan un derecho de exportación del 31%, mientras que es del 30% para el aceite de soja refinado.
En el caso de la harina de soja, por ejemplo, si se toma el valor FOB oficial para los embarques declarados en mayo próximo (560 u$s/tonelada), ampliar la alícuota actual del 31% al 33% implica recaudar unos 11 u$s/tonelada más en concepto de derechos de exportación.
Considerando que para mayo próximo faltan registrar unos dos millones más de toneladas de embarques de harina de soja, entonces la suma adicional que generaría el incremento tributario sería de alrededor de 22 millones de dólares solamente para ese mes y ese producto en particular.
El Gobierno cerró el registro de exportación de #aceite y #harina de #soja porque la decisión del ministro Guzmán es subir en dos puntos las #retenciones al complejo agroindustrial. pic.twitter.com/4Imdf2PG0w
— Cámara de la Industria Aceitera Argentina (CIARA) (@CamaraAceites) March 13, 2022
Tales números, sin embargo, deben ser monitoreados hora tras hora, porque los valores internacionales de los productos del complejo sojero tienen posibilidades de seguir subiendo en la actual coyuntura geopolítica y, por otra parte, el gobierno, a través de la fijación de los precios FOB oficiales –tarea que realiza diariamente el Ministerio de Agricultura– tiene la potestad de incrementar artificialmente la base imponible de los derechos de exportación.
De hecho, la soja Rosario argentina tiene actualmente el valor más alto –por lejos– del mundo, cuando no existen fundamentos técnicos que permitan justificar la brecha de valores de la misma respecto de la soja Golfo de México (EE.UU.) y Paranaguá (Brasil).
La Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva en el Marco de la Emergencia Pública (Nº 27.541) había determinado que hasta el 31 de diciembre de 2021 el presidente podría fijar alícuotas de hasta 33% para productos del complejo sojero y de hasta un 15% para el resto de los bienes agroindustriales.
El artículo 81 del proyecto de Presupuesto 2022 proponía mantener esa atribución hasta el 31 de diciembre de 2024. Sin embargo, como tal proyecto finalmente no fue aprobado en el Congreso, entonces tanto la SRA como la Sociedad Rural de Jesús María entienden que desde el 1 de enero de 2022 no existe marco legal alguno que permita seguir implementando el cobro de derechos de exportación.