El año 2021, si bien pintaba ser problemático, está terminando con un nivel de operaciones aceptable en el mercado inmobiliario rural argentino
Mientras que en EE.UU. las valores de la tierra crecieron de manera importante este año, en línea con la suba de los precios internacionales de los granos, en la Argentina –debido a la coyuntura política actual– se mantienen relativamente estables y eso es considerado como una oportunidad por algunos.
“La gran mayoría de los compradores hoy son empresarios agropecuarios, salvo algunos casos particulares de personas que buscan una porción de campo para los fines de semana”, explica Federico Nordheimer de la inmobiliaria rural homónima.
La demanda está fundamentalmente concentrada en campos de la región pampeana con operaciones que no superan los cinco millones de dólares. Muchas transacciones se originan por productores del propio “barrio” que, cuando se enteran que una fracción de un campo sale a la venta, deciden comprarlo porque conocen bien el potencial de la zona.
La mayor parte de los campos en oferta se origina a partir de divisiones familiares o bien de empresas agropecuarias que, al no tener descendientes interesados en continuar en la actividad, liquidan los activos para luego distribuir el capital.
“Tenemos en estos momentos una cartera de campo muy buenos, pero que no siempre encuentran comprador porque no todos los integrantes del sector tienen liquidez suficiente o apetito de riesgo para invertir en el país”, apunta Federico a Bichos de Campo.
Y es que, precisamente, la oportunidad de compra presente actualmente en el mercado inmobiliario rural se fundamenta en la hipótesis de que el escenario futuro argentino no experimentará políticas disruptivas en términos del actual orden institucional.
En algunos casos puntuales, la oportunidad luce tan tentadora que aparecen muchos interesados comprar. “Hemos tenidos algunos casos de empresas del exterior que decidieron liquidar sus activos en el país y ofrecieron campos con una rebaja del 30% al 40% del valor originalmente pretendido”, indica.
Una particularidad es que la oferta es campos en venta en la zona núcleo pampeana es virtualmente inexistente, dado que, debido al ajuste al alza progresivo de los arrendamientos en qq/ha de soja junto con la suba del precio de la oleaginosa, la renta que generan los mismos subió de manera muy importante en los últimos años.
“Los arrendamientos subieron mucho más que el valor de los campos, con lo cual la renta generada por ese activo se incrementó para beneficiar a los propietarios en la actual coyuntura”, explica Federico.
El director de la inmobiliaria Nordheimer dice que la inversión en campos en la Argentina es comparable a la situación presente con el Bitcoin: tiene un gran potencial de suba, pero, si el panorama político cambia y se torna contrario al sector, ese escenario finalmente no se concretará.
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