calnetando motores para la implantación de pasturas, el especialista Juan Lus recomendó a los productores que intenten asegurarse la semilla con tiempo, pues la oferta no ha logrado recomponerse del todo luego de la gran sequía que afectó al país en 2023, cuando además se registraron severos problemas para el ingreso de semillas de variedades importadas.
El consultor privado estuvo en Agenda Aapresid, el programa de difusión de dicha entidad técnica, y allí explicó que la escasez de lluvias en la campaña anterior ha generado una situación compleja en los establecimientos ganaderos.
“La producción forrajera ha sufrido una situación dramática, sobre todo durante el transcurso del verano pasado. Se han perdido muchos recursos forrajeros y no se han podido sembrar pasturas y verdeos de manera normal durante el inicio del 2023”, indicó el especialista.
Pero Lus aclaró que la situación fue más grave en algunas áreas que en otras. En las regiones de Entre Ríos y sudeste de Buenos Aires el año pasado han logrado un grado de implantación de pasturas exitoso, gracias a la recomposición temprana de las lluvias , pero no así en el resto de la región pampeana.
Otro factor que venía dificultando la implantación fue la poca disponibilidad de semillas forrajeras. “La baja producción nacional y las limitaciones en las importaciones han contribuido a la escasez de semillas, sobre todo de especies anuales, lo que llevó a un aumento significativo en los precios”, indicó el informe de Aapresid.
Según Lus, el impacto en el manejo ganadero de esta coyuntura ha sido notable. En primer lugar, el productor hizo uso de alguna escasa reserva que pudo acumular en el verano, como silajes. Otro camino fue comprar reservas, de calidad muy variable y precios altísimos. En última instancia, y debido en muchos casos a la imposibilidad de sembrar verdeos, muchos optaron por disminuir la carga de animales.
Para la nueva campaña, ya con lluvias normalizadas, “el panorama de producción de semillas forrajeras se avizora con disponibilidades un poco mejores que la campaña anterior, dependiendo de las especies. Sin embargo, todavía no vamos a llegar a situaciones de abastecimiento normal y se esperan que los precios continúen firmes”, comentó Lus.
En el caso de las alfalfas, la cosecha en Cuyo y la zona de Bahía Blanca no fue tan dramática como se avizora en las leguminosas anuales o bianuales, como tréboles y lotus.
En tanto, las semillas de gramíneas perennes como festuca, pasto ovillo y agropiro también están complicadas. “Éstas se cosechan en lotes de segundo año, o sea solamente los que sobrevivieron al verano pasado, a lo que se suma una importación restringida”, explicó el experto.
En contraposición, los verdeos de invierno como el raigrás, están en buen estado y se espera una producción de semillas normal.
En este escenario, Lus destacó la importancia de planificación anticipada, no sólo en la correcta elección de especies, composición de mezcla y densidad de siembra, sino también en la elección de los lotes y del antecesor, hasta el manejo de malezas.