Con elecciones legislativas a la vuelta de la esquina y un clima de mediciones constantes, la firma Fuente Primaria, dirigida por Tomás Lanusse, se propuso estudiar nuevamente la imagen del sector agropecuario en la provincia de Buenos Aires, con especial atención en las opiniones alrededor del Instituto Nación de Tecnología Agropecuaria (INTA).
Algo similar se realizó a principio del mes de junio pasado y la sorpresa está en que los porcentajes se mantuvieron muy estables. En aquella oportunidad, los bonaerenses mostraron tener un 63% de imagen positiva del sector y en esta oportunidad esa valoración llegó al 61% en promedio. Se encuestaron a 1.100 personas residentes en la provincia, mayores de 16 años.
Si se desglosa a la provincia por secciones electorales, la Primera Sección –formada por 24 partidos como Zárate, San Martín, San Isidro, Morón y Mercedes- mostró un 55% de imagen positiva, mientras que la populosa Tercera –que comprende los partidos de Almirante Brown, Avellaneda, Berazategui, Berisso, Brandsen, Cañuelas, Ensenada, Esteban Echeverría, Ezeiza, Florencio Varela, La Matanza, Lanús, Lobos, Lomas de Zamora, Magdalena, Presidente Perón, Punta Indio, Quilmes y San Vicente- un 58%. En el interior de la provincia, las respuestas favorables treparon al 74%.
De acuerdo al voto declarado en las elecciones de 2019, la aprobación del sector supera el promedio provincial entre votantes de Macri, Lavagna, Espert y Gómez Centurión. Entre votantes de Alberto Fernández y Nicolás del Caño respectivamente, la imagen del sector se encuentra debajo de su promedio provincial.
“En el sector agroindustrial se repiten con frecuencia dos afirmaciones: ‘queremos estar tranquilos y producir’ y ‘no tenemos buena imagen en la sociedad’. En relación a la primera afirmación podemos decir que en Argentina ‘estar tranquilo’ es muy complicado. A las variables del contexto internacional hay que sumar las variables criollas que son mucho más impredecibles”, explicó el titular de la consultora.
Y agregó Lanusse con los resultados del estudio a la vista: “Por otro lado, en nuestras mediciones no encontramos un rechazo implícito del sector agropecuario. En ambos estudios (junio y julio) la imagen negativa no supera el 30%. El gobierno nacional decretó esenciales las actividades relacionadas a las producción, distribución y comercialización agropecuaria. Esto significa ‘un 100% de imagen positiva’ de esta actividad para la economía del país”, reflexionó.
Ahora bien, ¿tiene lugar el INTA dentro de esa valoración? La respuesta es un rotundo sí. En el total de la provincia, la imagen positiva de este instituto llegó al 65% en promedio. Dividido por secciones, el interior fue el que mayor positiva mostró con un 74%, mientras que la primera y tercera sección mostraron niveles de aceptación del 60%.
En cuanto a la imagen negativa, el promedio fue del 10%, siendo más alta en la tercera sección con un 13%, y más baja en la primera sección y en el interior con un 9% y 7% respectivamente. En la primera sección electoral el desconocimiento del INTA llega al 30%, y en el interior de la provincia su aprobación alcanza a casi 8 de cada 10 personas.
En relación al voto declarado en las elecciones de 2019, el INTA trasciende las preferencias electorales. Su aprobación es alta entre votantes de Alberto Fernández y Nicolás del caño que tienen una opinión más crítica del sector agropecuario, en comparación a los votantes de otros espacios políticos.