Hay veces que uno se pregunta si la Argentina está gobernada por gente boba o si, por el contrario, nuestros funcionarios son tan inteligentes que hasta son capaces de idear maquinaciones siniestras y producir hechos macabros como el sucedido este miércoles por la tarde en Andresito, en el extremo norte de la provincia de Misiones, una de las nuevas y grandes zonas productoras de yerba mate.
Allí la queja generalizada desde hace varios años es que no se consigue mano de obra para la cosecha de yerba, o al menos no abunda la gente que acepte ser contratada formalmente, ya sea porque sienten temor que van a perder los planes sociales o porque es mucho más conveniente cruzar la frontera e ir a trabajar en Brasil, donde se obtienen mucho mejores ingresos.
¿Y qué hace el Estado Nacional frente a esta situación? En vez de enfrentar las distorsiones y corregir la situación decidió enviar una inspección de varios organismos a los yerbales de Andresito para verificar si todos los tareferos estaban bien contratados. Hacia allá fueron los valerosos funcionarios del Ministerio de Trabajo de la Nación y de la AFIP, custodiados por efectivos armados de la Gendarmería. También había empleados del inefable Renatre (Registro Nacional de Trabajadores Rurales). Y lógicamente provocaron una revulsión entre los productores, con el agravante de que uno de ellos denunció que un gendarme le habría gatillado con su arma reglamentaria.
¿Son idiotas o macabros quienes ordenaron esta inspección?
“En ese contexto, cuando el grupo de inspectores ingresó a la chacra, hubo resistencia del propietario, el capataz y el chofer de un camión, que quiso huir del lugar con la carga y una mujer y una niña sobre los raídos de yerba. Eso motivó la intervención de los gendarmes para frenar al camión y un choque con el conductor, que bajó armado con un machete para defender su carga”, conto´el diario MisionesOnLine, que inclusive obtuvo un video de la tensa situación.
El altercado entre productores y gendarme comenzó a transcender por las redes sociales y fue bien reflejado por el medio MisionesOnline. “Un operativo de control laboral desplegado en yerbales de la zona de Andresito provocó tensión con colonos y tareferos, quienes luego se autoconvocaron en el casco urbano de esa localidad en protesta por el trato recibido de parte de Gendarmería Nacional”, dice el diario digital.
El medio cita explicaciones del productor local Melquisedec Martins, quien destacó que la cosecha de yerba se encuentra en una etapa avanzada, pero la escasez de mano de obra dificulta el proceso. Desde hace añares que los productores vienen denunciando que la gente no quiere trabajar en blanco porque tiene temor a perder la ayuda social. Por eso, en muchos casos los productores tienen que aceptar una triste realidad: o pagan los jornales en negro o no tienen mano de obra para levantar la hoja verde de yerba.
De todos modos, esa es una verdad parcial, porque en el sector yerbatero rige un sistema de Corresponsabilidad Gremial, mediante el cual al entregar su cosecha en un secadero habilitado el productor contribuye con un porcentaje de su pago a realizar los aportes patronales correspondientes por sus trabajadores. Ese dinero es descontado automáticamente por el Estado.
En este escenario, donde ningún funcionario se hace cargo de resolver la cuestión de fondo, cae esta inspección de los organismos nacionales, que no fue bien recibida ni por los productores ni por los tareferos. En algunas fincas hubo reacciones airadas. Y todo terminó en una concentración de colonos que denunciaban los abusos cometidos por la Gendarmería.
“Martins manifestó que los productores se indignaron por el trato recibido durante el operativo, afirmando que hubo invasión a la propiedad y un uso desmedido de la fuerza por parte de las autoridades. Lamentó que, a diferencia de otras situaciones que requieren una actuación más contundente, se utilice un enfoque agresivo hacia los trabajadores que están desempeñando su labor”, explicó MisionesOnline.
La plaza central de Andresito fue el punto de encuentro donde los productores expresaron querer trabajar sin esta persecusión. Luego, la protesta culminó a los gritos frente a los efectivos de la Gendarmería.